El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha decidido suspender temporalmente su campaña de redadas selectivas contra migrantes en ciertos sectores, aparentemente por preocupación ante la creciente impopularidad de estas acciones.
De acuerdo con un correo electrónico al que tuvo acceso The New York Times, se ordenó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detener las operaciones que afectan principalmente a las industrias agrícola y hotelera.
Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, confirmó mediante un comunicado que se acatarán "las instrucciones del presidente" y que el departamento continuará "trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales".
La medida sugiere que estas redadas masivas para deportar migrantes están generando un impacto negativo en sectores clave de la economía y en distritos electorales estratégicos.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha impulsado una política migratoria más dura y agresiva.
