El 1 de junio de 2025, México vivió un momento sin precedentes al llevar a cabo su primera elección judicial, en la que la ciudadanía eligió a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el proceso como "histórico" y "democrático", destacando la participación de 13 millones de votantes, cifra que superó las expectativas iniciales.
Sheinbaum respondió a las críticas de la oposición, que había pronosticado una baja participación, afirmando que "apostaron que nadie iba a salir a votar y no fue así". Comparó la cifra de votantes con los resultados obtenidos por partidos opositores en elecciones anteriores, argumentando que la elección fue un éxito en términos de participación ciudadana.
La presidenta también abordó las preocupaciones sobre la legitimidad del proceso, señalando que se trató de una elección austera y transparente. Destacó que los candidatos fueron evaluados por comisiones formadas por el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y que se revisaron sus antecedentes profesionales antes de ser seleccionados.
Sin embargo, la elección no estuvo exenta de controversias. La baja participación, estimada entre el 12.57% y el 13.32% del padrón electoral, generó críticas sobre la legitimidad del proceso. La oposición cuestionó la influencia del crimen organizado y la politización del sistema judicial, mientras que analistas advirtieron sobre los riesgos de fallos judiciales politizados y una menor legitimidad institucional.
A pesar de las críticas, Sheinbaum reiteró su compromiso con la democratización del Poder Judicial y afirmó que se obtendrán aprendizajes para mejorar futuras elecciones. "Todo es perfectible. Se sacarán conclusiones para el 2027", concluyó la mandataria.