Cierre del gobierno en Estados Unidos provoca crisis en aerolíneas; se avecina un caos en los viajes
El cierre del gobierno en Estados Unidos ha generado una crisis sin precedentes en el sistema aéreo. Miles de pasajeros se enfrentan a retrasos, cancelaciones y largas filas, mientras las principales aerolíneas tratan de adaptarse a la reducción de vuelos ordenada por el Departamento de Transporte.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, anunció recortes drásticos en la operación aérea debido a los riesgos de seguridad derivados de la falta de personal en el control del tráfico aéreo. Con más de 13,000 controladores y 50,000 agentes de seguridad trabajando sin cobrar, el panorama se vuelve cada día más complicado, especialmente de cara al fin de semana de Acción de Gracias, una de las temporadas más intensas para el turismo estadounidense.
Según datos del sector, más de 3.2 millones de viajeros ya han sido afectados por los retrasos y cancelaciones, y se espera que las reducciones de vuelos aumenten progresivamente durante los próximos días.
LAS AEROLÍNEAS REACCIONAN ENTRE LA INCERTIDUMBRE
Empresas como Delta Air Lines, United, American Airlines y Southwest se apresuraron a reajustar sus horarios y atender miles de consultas de clientes preocupados. Las aerolíneas anunciaron que tratarán de minimizar las molestias, aunque reconocen que los recortes son inevitables.
El primer recorte del 4% de los vuelos entrará en vigor el viernes, y la cifra podría llegar hasta el 10% la próxima semana si el cierre persiste. Delta aseguró que mantendrá la mayoría de sus vuelos internacionales, pero reducirá frecuencias en rutas nacionales y regionales.
En redes sociales, los usuarios expresaron su frustración. Muchos pidieron que las compañías anuncien las cancelaciones con anticipación, para evitar que millones de personas se queden varadas o sin poder volver a casa para las fiestas. "No hagan esperar a la gente para saber si pueden volar a casa", escribió un viajero en X, reflejando el sentimiento generalizado.
RIESGO EN EL CONTROL AÉREO Y TENSIÓN EN LA FAA
El cierre también ha puesto en evidencia una crisis más profunda: la escasez de controladores aéreos en Estados Unidos. La Administración Federal de Aviación (FAA) enfrenta un déficit de al menos 3,500 empleados, lo que ha obligado a muchos trabajadores a laborar seis días a la semana y hacer horas extra sin pago.
Ante esta situación, el Departamento de Transporte anunció una reducción temporal de operaciones para aliviar la presión sobre el personal. Aunque algunos expertos aseguran que el impacto será "manejable", otros advierten que una prolongación del cierre podría derivar en caos total durante las fechas festivas.
El analista Tom Fitzgerald señaló que "todo depende de cuándo finalice el cierre". Mientras tanto, las aerolíneas intentan reubicar a los pasajeros y reorganizar sus operaciones para evitar un colapso total.
LAS FIESTAS EN PELIGRO Y UNA ECONOMÍA EN ALERTA
El Día de Acción de Gracias, una de las celebraciones más importantes para los estadounidenses, podría verse gravemente afectado si el cierre continúa. Cada año, millones de personas viajan para reunirse con sus familias, pero ahora muchos enfrentan la posibilidad de quedarse en tierra.
Los expertos también advierten que esta crisis podría tener un impacto económico negativo, no solo para las aerolíneas, sino también para hoteles, restaurantes y destinos turísticos. David Morrison, analista de Trade Nation, advirtió que "si el cierre se prolonga, el sector podría sufrir pérdidas millonarias y afectar la confianza del consumidor".
Aun con el caos, algunas aerolíneas intentan encontrar el lado positivo. El director de Frontier Airlines, Barry Biffle, declaró que la reducción de vuelos podría beneficiar los ingresos unitarios durante un periodo de baja demanda, aunque reconoció que la prioridad sigue siendo atender a los pasajeros afectados.