La peligrosidad del
COVID-19 no es tanto su tasa de mortalidad, sino su capacidad de mantenerse oculto hasta rebasar el
sistema de salud de países completos.
A diferencia de otras
pandemias, este coronavirus comienza a transmitirse de persona en persona aun antes de que los contagiados presenten síntomas.
Por lo mismo, aunque apenas un pequeño porcentaje de los enfermos requiera hospitalización, el que hasta
10 mil 500 personas necesiten servicios de terapia intensiva de manera simultánea –de acuerdo con un escenario extremo elaborado por la Secretaría de Salud– se pondría en serios aprietos a la red de hospitales públicos, pues ésta apenas cuenta con unas tres mil camas para ese tipo de cuidados y unos seis mil ventiladores.Entre las naciones de la OCDE, México es una de las menos preparadas para un escenario de ese tipo.
Aún con este panorama desalentador, con 6 mil 297 casos confirmados, 486 defunciones y un sistema de salud al borde del colapso, el gobierno de
Andrés Manuel López Obrador prioriza la compra de un estadio de beisbol a la compra de equipo para contener la pandemia.
Ayer se anunció que el gobierno federal que encabeza
Andrés Manuel López Obrador, recientemente compró el viejo estadio de beisbol Héctor Espino de Hermosillo por la cantidad de
511 millones 690 mil pesos .
El legendario escenario beisbolero fue la
casa oficial de los Naranjeros por muchos años, desde 1972 hasta el 2012 y fue el lugar donde la escuadra de la capital logró la conquista de 11 de los 16 campeonatos que actualmente ostenta en su paso por la
Liga Mexicana del Pacifico, antes de emigrar al nuevo estadio Sonora a partir del 2013 año en el que capturaron su más reciente gallardete bajo la
dirección de Matías Carrillo.Con el dinero invertido en el estadio, la Secretaría de Salud podría adquirir 48 respiradores (el IMSS cotizó el ventilador artificial UCI Marca Perlong Modelo PA 900B en un millón 46 mil 293 pesos) o 474 mil 582 trajes de protección ?