También cuenta con un módulo de movilidad que le permite desplazarse libremente en cualquier espacio, identificar personas por medio de una cámara de profundidad e interactuar con ellos.
Al usarlo, las personas no tienen contacto con el robot, sólo interactúa con lenguaje verbal y toma las mediciones con infrarrojo. Está hecho de materiales como fibra de vidrio, por lo que puede ser sanitizado con cualquier método con el que trabajen en el hospital.
Tal revisión cumple con los parámetros de la Secretaría de Salud en el Oficio No. DGE-DG-DVEENT, sobre la “Vigilancia Epidemiológica COVID-19”.
El equipo que creó esta innovación es de más 60 expertos certificados en diversas tecnologías.
Luévano aseguró para Entrepreneur que desde que supieron de la pandemia, comenzaron a trabajar con los infectólogos Iván Alcántara y Javier Villagroy, del Hospital Los Ángeles, para adaptar un robot humanoide, que ya tienen listos para la venta a empresas. De este modo, les integraron, a nivel de hardware, un termómetro infrarrojo estándar y nivel de software, con machine learning, lo que hace posible realizar el primer cuestionario.