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Opinión

Amables lectores, tengan ustedes un buen día

Óscar Rodríguez
Por Óscar Rodríguez - 07 agosto, 2022 - 09:36 a.m.
Amables lectores, tengan ustedes un buen día

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

Hace ya bastante tiempo la capital de China (la llamada también China Continental, China Popular o China Comunista) era Pekín, cuyos habitantes llevaban el gentilicio de “pekineses” o bien “pequineses” (que servía también para definir a una raza de perritos) y su máximo dirigente desde hacía varias décadas era Mao Tse Tung.

Para cuando se realizaron los juegos olímpicos de 2008 el nombre de la capital china había cambiado en nuestro idioma a “Beijing” (desconozco si la raza de perritos antes conocidos como “pequineses” sean ahora “beijingueses”) y su dirigente histórico era ahora conocido como Mao Ze Dong.

De una u otra manera esto pasa en todos los idiomas y en todas las épocas. Por ejemplo, en el castellano antiguo había una composición del Marqués de Santillana conocida como Serranilla VII (aunque algunas fuentes la señalan como VI) que dice: “Moza tan fermosa non vi en la frontera, com’una vaquera de la Finojosa.”

Varias cosas han sido modificadas desde la época en la que dicho marqués realizó esta composición hasta nuestros días. De hecho la palabra “Moza” en algunas fuentes está escrita con un carácter que ya no se usa en nuestro idioma: la ce cedilla o ce caudata (ç, de modo que la palabra se escribía como “Moça”), además las letras “f” utilizadas en “fermosa” y “Finojosa” en la actualidad son sustituidas por la letra “h” de modo que quedan en “hermosa” e “Hinojosa”. La palabra “non” en la actualidad se usa para los números impares pero en la poesía citada era una negación. Ahora se usa simplemente “no”.

Curioso que la “F” sea sustituida con una “H” en muchos casos pero se mantiene en algunas excepciones. En la actualidad utilizamos “malhechor” o “bienhechor” para referirnos a la persona que realiza acciones malas o buenas respectivamente, sin embargo al conjunto de sus actividades (particularmente las malas) siguen siendo “fechorías” y no “hechorías”.

En el idioma portugués sucedió algo similar, después de todo las regiones en las que se habla esa lengua no están demasiado distantes de aquella en las que se habla el castellano. De modo que todavía en la primera mitad del siglo XVI, cuando los portugueses llegaron por primera vez a una isla que les pareció muy atractiva la llamaron “Formosa”, que quiere decir “hermosa”.

Y claro que les debió haber parecido hermosa la isla, después de todo se encuentra en una latitud tal que el Trópico de Cáncer la atraviesa casi a la mitad, lo cual le proporciona un clima cálido y húmedo que contribuye a que sea rica en flora y fauna tropical. Está situada a unos 200 kilómetros al sureste de China Continental. Tiene una longitud de casi 400 kilómetros y una anchura máxima de poco menos de 150 kilómetros. Su extensión territorial es un poco mayor que la del estado de Puebla (un poco menos de 36,000 kilómetros cuadrados). Es decir, que nuestro territorio nacional es más de 54 veces superior al de la isla. Por esas cosas raras de la vida (pero en serio, bastante rara), la antípoda de Taiwán es la provincia argentina llamada “Formosa”.

A lo largo de su historia, la isla Formosa estuvo bajo dominio portugués, español, neerlandés y más recientemente (digamos los últimos dos siglos) francés, japonés y chino. En 1911 ocurrió una revolución que quitó del poder a la dinastía Qing. Después se desató una guerra civil entre las fuerzas dirigidas por Mao Tse Tung y su contrincante Chiang Kai Shek. Al triunfo de los comunistas, los nacionalistas huyeron hacia Taiwán llevando escritos, tesoros y reliquias.

Con el tiempo, en 1952 la isla logró su soberanía luego de la renuncia de Japón, pero no se definió sobre quién recayó el poder para gobernar. Esta omisión ha provocado conflictos entre los nacionalistas partidarios de la independencia de Taiwán y el gobierno de China. Este último considera a la isla como una provincia rebelde que se reunificará con el continente tarde o temprano.

A pesar de que no existen vínculos formales, los Estados Unidos se han comprometido a suministrar a Taiwán armas defensivas subrayando además que cualquier ataque de parte de China sería de “grave preocupación”.

Y así llegamos a agosto de 2022. Durante la semana más reciente la dirigente de la cámara de representantes norteamericana, Nancy Pelosi, decidió incluir a Taiwán como uno de los lugares a visitar en su gira por Asia. Este suceso provocó una serie de amargas críticas por parte del gobierno de Beijing cuya cancillería condenó la visita y la calificó como una “seria violación” de su soberanía nacional. El viernes 5 se anunció que el gobierno chino ha decidido suspender la cooperación con los Estados Unidos en áreas clave como la lucha contra el cambio climático y los esfuerzos contra el crimen internacional. Además impuso sanciones contra la señora Pelosi y a sus familiares directos por haber hecho “caso omiso de la preocupación y la firme oposición” del gobierno de Xi Jinping a su visita a Taiwán esta semana y “socavar la soberanía y la integridad territorial” de China, según un comunicado oficial.

Además, el Ejército Popular de Liberación chino ha estado efectuando maniobras en el aire y en el mar con fuego real y con la participación de 10 buques de guerra y más de 100 aviones de combate en las proximidades de Taiwán. Como si la pandemia, la viruela del mono y la guerra en Ucrania no fueran ya suficiente…

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

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