Contactanos

Opinión

Cómo Ayudar a un Niño con Hiperactividad

Es importante reconocer algunas características de un niño con hiperactividad

Elisa Zenaida Morales
Por Elisa Zenaida Morales - 06 enero, 2025 - 09:27 a.m.
Cómo Ayudar a un Niño con Hiperactividad

La hiperactividad es un trastorno común en la infancia, caracterizado por una actividad excesiva, impulsividad y, en algunos casos, dificultades para concentrarse. Aunque la hiperactividad puede ser un componente de trastornos como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad , no todos los niños con hiperactividad tienen este diagnóstico. Sin embargo, es importante entender cómo proporcionar un entorno adecuado para ayudarles a gestionar su comportamiento, mejorar su concentración y fomentar su desarrollo emocional y social.

El objetivo es proporcionar estrategias y enfoques prácticos para ayudar a un niño con hiperactividad a regular su conducta, mejorar su capacidad de concentración y facilitar su integración en el entorno familiar y escolar.

Es importante reconocer algunas características de un niño con hiperactividad.

Actividad excesiva: El niño parece estar en constante movimiento, tiene dificultades para quedarse quieto durante períodos largos de tiempo (por ejemplo, en clases, durante las comidas, en sus actividades etc )

Impulsividad: El niño puede interrumpir a los demás, hablar sin pensar y tener dificultades para esperar su turno en juegos o conversaciones.

Dificultad para concentrarse: La falta de atención puede manifestarse en la dificultad para completar tareas o seguir instrucciones, especialmente cuando estas requieren esfuerzo sostenido.

Desorganización: El niño puede mostrar dificultad para organizar sus pertenencias, tareas y actividades diarias.

Problema emocional: En algunos casos, los niños con hiperactividad pueden tener dificultades para manejar sus emociones, lo que puede llevar a rabietas o frustraciones.

Estrategias para Ayudar a un Niño con Hiperactividad

 Establecer Rutinas Claras y Predecibles

La estructura y las rutinas ayudan a los niños con hiperactividad a saber qué esperar a lo largo del día, lo que puede proporcionarles una sensación de seguridad y control.

Programar actividades, tener horarios fijos para las comidas, el juego, el estudio y el descanso ayuda a reducir la ansiedad y la impulsividad.

Recordatorios visuales: Usar relojes o calendarios visuales que indiquen las actividades del día para que el niño pueda anticipar lo que viene.

Los niños con hiperactividad a menudo tienen mucha energía. Por lo que es importante que tengan tiempo suficiente para actividades físicas puede ayudarles a liberar esa energía de forma saludable.

Ejercicio: Actividades como correr, nadar, montar en bicicleta o incluso juegos al aire libre pueden ser muy útiles.

Juegos estructurados: Juegos como saltar, bailar o juegos de equipo pueden ayudar a canalizar la energía de manera positiva.

Proporcionar un Ambiente de Aprendizaje Organizado y Sin Distracciones

Los niños con hiperactividad pueden tener dificultades para concentrarse en tareas que requieren mucha atención. Un ambiente estructurado y sin distracciones les permitirá enfocarse mejor.

Espacio de estudio tranquilo: Crear un área libre de distracciones (como ruidos, dispositivos electrónicos o juguetes) puede mejorar la capacidad de concentración.

 Dividir las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables para evitar que el niño se sienta abrumado.

El refuerzo positivo es esencial para enseñar comportamientos apropiados. Reconocer y recompensar los esfuerzos y logros del niño puede aumentar su autoestima y motivación.

Recompensas consistentes: Establecer un sistema de recompensas para fomentar el comportamiento adecuado (por ejemplo premios, stickers, puntos o tiempo adicional para juegos).

Los niños con hiperactividad a menudo tienen dificultades para controlar sus emociones. Fomentar la autorregulación emocional les ayuda a manejar sus impulsos de manera más efectiva.

 Enseñar al niño técnicas simples de respiración o relajación para calmarse cuando se sienta abrumado o ansioso.

Tiempo de espera: Ofrecer momentos de descanso cuando el niño se sobreestimule emocionalmente, dándole tiempo para calmarse antes de reanudar la actividad.

Promover la Socialización y el Trabajo en Equipo

Los niños con hiperactividad pueden tener dificultades para interactuar con otros niños debido a su impulsividad o falta de atención. Ayudarles a desarrollar habilidades sociales es fundamental para su integración en el grupo.

Fomentar actividades que impliquen la cooperación y el trabajo en equipo para ayudarles a aprender a compartir y esperar su turno.

Guiar al niño en situaciones sociales mostrándole cómo iniciar una conversación, esperar su turno y ser respetuoso con los demás.

Disciplina positiva, utilizar consecuencias apropiadas para la edad del niño, como la retirada temporal de un privilegio (por ejemplo, un tiempo limitado de televisión).

 Aplicar las reglas de manera consistente, para que el niño sepa qué esperar y comprenda las consecuencias de su comportamiento.

Consideraciones Adicionales

Colaboración con Profesionales: Si el comportamiento del niño es severo o interfiere significativamente con su vida diaria, puede ser útil buscar la ayuda de un psicólogo infantil o un especialista en TDAH. Ellos pueden proporcionar una evaluación y guiar a los padres y maestros en el diseño de estrategias más personalizadas

Ayudar a un niño con hiperactividad implica la creación de un entorno de apoyo que favorezca la estructura, la actividad física, la regulación emocional y el refuerzo positivo. Con las estrategias adecuadas, los niños pueden aprender a manejar sus impulsos y desarrollar habilidades que les permitan tener éxito tanto en el hogar como en la escuela. La colaboración entre padres, educadores y profesionales es clave para garantizar el bienestar y el desarrollo de estos niños.

 

Artículos Relacionados