La semana que hoy arranca será un poco movida por aquello de que la raza de AHMSA recibirá sus utilidades y pues traerá buena dinámica económica, de tal manera que se concede una tregua en el tema sindical, la gente saldrá de compras y no quiere saber nada de asuntos sindicales.
Hay que actuar con prudencia como dicen los voceros de las dos Secciones sindicales a cuidar el dinero y evitar faltar, aunque la verdad es otra cultura obrera, los que acostumbraban faltar cuando había lana, prácticamente son pocos, la nueva generación de trabajadores trae otra cultura de responsabilidad
En otro tema Ricardo Rodríguez Rocha, levantó la mano para decir que si la convocatoria del partido lo permite participará como candidato a presidente del Comité Municipal del PRI, que saber cómo se juga en la democracia y está listo para probar suerte en la elección.
Y vaya que Rocha conoce la democracia fue el primer secretario general que llegó por el voto de los trabajadores en elección secreta y a puerta de factoría, en cierta forma pasó a la historia y siente que tiene méritos para probar suerte, cuestión de esperar y ya verán.
Y hoy como todos los domingos, el fiscalista Cesar Villarreal Ramos, comparte este hermoso mensaje, muy bueno en los actuales tiempos, en que hay gente que se siente superior a otros, menos precian el trabajo de otros, la arrogancia hay que hacerla a un lado, adelante con la lectura.
En Cierta vez un hombre visitó a su consejero y le relató su problema. “Soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Todos los nobles de los alrededores me encargan sus trajes y los vestidos de sus esposas. Hace unos meses, recibí el encargo más importante de mi vida.
El príncipe en persona escuchó de mí y me solicitó que le cosiera un ropaje con la seda más fina que es posible conseguir en el país. Puse los mejores materiales e hice mi mejor esfuerzo. Quería demostrar mi arte, y que este trabajo me abriera las puertas a una vida de éxito y opulencia.
Pero cuando le presenté la prenda terminada, comenzó a gritar e insultarme: ¿Esto es lo mejor que puedes hacer? ¡Es una atrocidad! ¿Quién te enseñó a coser? Me ordenó que me retirara y arrojó el traje tras de mí. ¡Estoy arruinado!. Todo mi capital estaba invertido en esa vestimenta, y peor aún, mi reputación ha sido totalmente destruida. ¡Nadie volverá a encargarme una prenda luego de esto! ¡No entiendo qué sucedió, fue el mejor trabajo que hice en años!” Vuelve a tu negocio le dijo el sabio, descose cada una de las puntadas de la prenda y cóselas exactamente como lo habías hecho antes, luego llévala de nueva cuenta al príncipe.
Pero obtendré el mismo atuendo que tengo ahora, protestó el sastre, además mi estado de ánimo es el de siempre, haz lo que te indico y Dios te ayudará, dos semanas después el sastre retornó, usted a salvado mi vida, cuando le presente el ropaje al rostro del noble se iluminó hermoso exclamó este es el más hermoso y delicado traje que haya visto.
Me pagó generosamente y prometió entregarme más trabajo y recomendarme a sus amigos, pero señor deseo saber cuál era la diferencia entre la primer prenda y la segunda, el sabio le respondió el primer traje fue cosido con arrogancia y orgullo, el resultado fue una vestimenta espiritualmente repulsiva y carecía de gracia y belleza.
La segunda costura fue hecha con humildad y el corazón quebrado, transmitiendo una belleza esencial que provocó la admiración en cada uno que la veía, mi pregunta estimados lectores es ustedes como hacen su trabajo profesional, familiar personal, con arrogancia y orgullo o con humildad en el corazón?
Buena reflexión, verdad?
Dios los Bendiga
Nos leemos mañana.
