Hoy por ser lunes vamos a compartir esta bonita reflexión que nos envió el fiscalista Cesar Villarreal Ramos, dedicada a todos pero en especial a quienes tenemos más de 60 años de edad, es decir a los que nos encontramos en el atardecer de nuestras vidas por lo tanto es bueno reflexionar en el tema de la edad que ya nos llegó y somos, a mucho orgullo, sexagenarios.
Cuando a ustedes en ese rango de edad les pregunten cuantos años tienes hay que ser orgullosos y decir la verdad, pensar cuantos se quedaron a mitad de camino, otros no nacieron entonces hay que darle gracias a Dios por la vida por permitirnos llegar a esta bonita edad, adelante con la lectura.
Si usted ha llegado a los sesenta años, piense en esto: Ya no es momento de seguir guardando porque luego vienen otros a disfrutar del sacrificio que usted hizo...Porque luego aparecen los yernos, las nueras y son ellos que los van a querer aprovechar los ahorros que con tanto esfuerzo usted hizo.
Es hora de empezar a disfrutar responsablemente del dinero que durante toda su vida ahorró. A los sesenta años ya no es una edad para arriesgar ciegamente y aventurarse en inversiones altamente inseguras, a esta edad usted debe buscar la paz, la tranquilidad y disfrutar sus años.
Aunque los hijos y nietos son una alegría, lo mejor es no caer en la tentación de vivir con ellos. Vaya a visitarlos, jueguen y paseen, pero lo mejor es que no viva con ellos.
Mantenga su espacio. Consiga a alguien que le ayude en las tareas de la casa y considere que puede ser muy divertido convivir con gente de su generación y lo más importante, no dará trabajo a nadie.
Deje de preocuparse por la situación financiera de sus hijos y nietos... ellos están viviendo su propia vida. Usted no se sienta culpable de disfrutar de su propio dinero. Usted ya cumplió con ellos: les dio educación, un techo ahora ellos tienen que aprender a volar para eso les dio sus alas.
Ya no es época de sostener a nadie de su familia haga gimnasia equilibrada, aliméntese bien, disfrute de la vida. Siempre que pueda compre lo mejor, al fin y al cabo es para usted.
Ya no se angustie con las pequeñas dificultades. En la vida todo pasa, todo tiene solución, salvo la muerte. No se amargue, no se estrese lleve la fiesta en paz.
Uno puede ser adulto mayor pero no por eso tiene que descuidarse. Manténgase limpio, limpia tome sus baños. Cuide su cabello, su piel. La vejez es una etapa de la vida, y usted no tiene porque sentirse mal con eso. Al contrario tiene que verse lo mejor que se pueda y llamar la atención de manera positiva.
A esta edad ya hay achaques, dolores, pero no alimente la enfermedad. No hable de ellas, no les de tanta importancia. Mejor enfoquese en lo bueno. Ya no se desgaste viendo tanta noticia.
No se vuelva fanático religioso. Crea en Dios, lea su Biblia, pero no se vuelva fanático religioso. Como dicen, la ventaja de ser un adulto mayor es que en breve usted podrá pedirle a Dios personalmente todo.
Si ahora mismo alguien le dice que usted ya no hace nada importante, no se preocupe. No pierda tiempo respondiendo. Lo más importante ya fue hecho: usted ya vivió, con sus errores y aciertos, ha vivido. Ya hizo lo que tenía que hacer y debe ser agradecido (a) con Dios por todo lo que pudo ser.
Y por nada deje de reír. Usted ha tenido suerte, es afortunado, afortunada, porque ha vivido... ha llegado a donde ha llegado y ahora lo único que importa es estar en paz... en paz con uno mismo, en paz con la familia y, sobre todo, en paz con Dios. Es hora de saber vivir a su manera.