Carlos Villalobos
Desde la antigüedad, todas y cada una de las guerras que se han librado, han sido en un campo de batalla, en una plaza pública o inclusive desde alguna tribuna, todo esto de forma presencial, sin embargo, la irrupción por la COVID-19 ha provocado que un enemigo invisible haga que la mejor estrategia para lidiar con esta batalla, sea retroceder totalmente y tener paciencia, al menos hasta que alcancemos el desarrollo de un mecanismo de defensa absoluto.
Con el regreso a las actividades luego del receso invernal, el mundo, pero especialmente paĆses de AmĆ©rica Latina y MĆ©xico han logrado superar, casi de forma sistemĆ”tica y diaria los rĆ©cords de contagios diarios, asĆ como el incremento de hospitalizaciones.
Cuando se decidió subestimar la entrada y el impacto que generarĆa la variante Ćmicron en el paĆs, se cometió un error extremadamente grave, el cual pareciera que nos ha arrastrado al lugar que comenzamos, aquel marzo de 2020 en donde aĆŗn no dimensionamos el daƱo que provocarĆa la crisis sanitaria en la que todavĆa nos vemos envueltos.
Los contagios y las hospitalizaciones han incrementado de forma exponencial, en donde los records de personas contagiadas se han roto dĆa tras dĆa, lo que muy pronto terminarĆ” de dinamitar el endeble sistema de salud con el que cuenta el paĆs. Y no me malentiendan, la labor titĆ”nica con la que heroĆnas y hĆ©roes del sector salud llevan a cabo su labor, es de reconocerse cada segundo, sin embargo, luego del relajamiento de las medidas de mitigación asĆ como de reconversión de centros hospitalarios dedicados al tratamiento de la COVID-19 en los 32 estados de la repĆŗblica, provocan que el panorama sea incierto y escalofriante.
Aunque el porcentaje de contagiados que se estĆ”n tratando desde casa ronda el 85% de acuerdo a cifras oficiales a nivel federal, hoy nos encontramos inmersos en una cuarta ola que no pinta para acabar pronto. Para muestra un botón; el 16 de enero se confirmaron al menos 19 mil nuevos contagios en el paĆs y alcanzamos la cifra de 301,410 decesos.
Afortunadamente mĆ”s del 50% de la población mexicana cuenta con el esquema mĆnimo de vacunación completo, sin embargo, esto no es suficiente recordemos que las vacunas solo sirven actualmente para mitigar los efectos del SARs-COV2, provocando que en ciertos casos la enfermedad no sea tan severa y no se necesite de hospitalización.
Como al principio de la pandemia dictaba el Director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, āpruebas, pruebas, pruebasā se tendrĆa que combinar con āvacunas, vacunas, vacunasā, esto sin importar la marca, sin importar la raza, estrato económico o ubicación geogrĆ”fica.
Esta batalla, se va a ganar con paciencia, pero sobre todo con trabajo en equipo. Por un lado las autoridades de salud, en el caso mexicano, tendrĆan que apuntar a usar el sentido comĆŗn y ciudadanos tenemos que promover la continuación de la utilización de mĆ©todos de mitigación y esparcimiento del virus(como el uso de cubrebocas o gel antibacterial), asĆ como evitar lugares concurridos si no se necesita.
Hoy somos el quinto paĆs con mĆ”s decesos por COVID-19 ĀæEn verdad vamos a seguir esperando a que nos apalee esta pandemia para poner manos a la obra?ĀæCuĆ”ntas vidas mĆ”s cobrarĆ” la emergencia sanitaria?ĀæTan poquita sensibilidad y empatĆa como ciudadanos tenemos como para no poner de nuestra parte?
Desde este espacio los invito a vacunarse y a no bajar la guardia, yo se que es demasiado tiempo el que nos hemos tenido que cuidar, pero sin vida y salud, continuar con la vida no es opción.
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