Madrid.- Un nuevo estudio de un equipo de psicólogos clínicos de la Universidad de Kansas,Estados Unidos sugiere que el consumo de azúcares agregados, comunes en muchos alimentos propios de la Navidad, puede desencadenar procesos metabólicos, inflamatorios y neurobiológicos relacionados con enfermedades depresivas, según publican en la revista Medical Hypotheses.
Junto con la disminución de la luz en invierno y los cambios en los patrones de sueño durante as fiestas, el alto consumo de azúcar podría provocar una "tormenta perfecta" que afecta negativamente a la salud mental, advierten los investigadores.
"Para muchas personas, la exposición reducida a la luz solar durante el invierno alterará los ritmos circadianos, interrumpirá el sueño saludable y empujará del 5 al 10 por ciento de la población a un episodio completo de depresión clínica", señala Stephen Ilardi, profesor asociado de Psicología Clínica de la Universidad de Kansas.
Ilardi, coautor del estudio con los estudiantes de posgrado de KU Daniel Reis, Michael Namekata, Erik Wing y Carina Fowler, apunta que estos síntomas de "depresión de inicio en el invierno" podrían llevar a las personas a consumir más dulces.
"Una característica común de la depresión de inicio en el invierno es el ansia de azúcar. Por lo tanto, tenemos hasta el 30 por ciento de la población que sufre al menos algunos síntomas de depresión de inicio en el invierno, lo que hace que anhelen los carbohidratos, y ahora se enfrentan constantemente con dulces navideños".