¿Quién o qué puede determinar lo que es arte y lo que no? Esa es una pregunta que en los últimos meses, los propios artistas (y el mismo público) se han encargado de responder pues al parecer, todo puede ser arte.
Primero fue Yoko Ono con su manzana, por la que fue tachada de mediocre. Ahora, fue el turno de Maurizzio Cattelan, un artista que, después de 15 años de inactividad en las ferias de arte, regresó a la de Art Basel, una exposición de Miami Beach con una obra que podría parecer increíble.
Se trata de un plátano común y corriente, amarillo y de buen tamaño que está unido a una pared de aquella feria con únicamente un pedazo de cinta plateada, y que está valuada nada menos que en 120 mil dólares (2 millones 320 mil pesos aproximadamente).
Según explicó la galería Perrotin, que alberga la feria, en un comunicado, el trabajo de Cattelan "ofrece información sobre cómo asignamos valor y qué tipo de objetos valoramos".
Según explicaron, la idea nació hace un año, cuando el artista comenzó barajar la posibilidad de hacer la escultura de un plátano e hizo primero varios modelos en resina, bronce y bronce pintado antes de dar con el resultado final: un plátano real, que tituló Comedian (comediante).
La obra, tendrá tres ediciones, y dos de ellas ya fueron vendidas por ese precio y se encuentran en negociaciones con un museo anónimo por la tercera, aunque se les advirtió a los compradores que "no hay instrucciones precisas para la atención a largo plazo del trabajo. Si el plátano se enmohece, se tomará una decisión al respecto", explicó la galería.