Nadie sabe lo que nos depara el destino, cada paso que damos nos lleva hacia algún lugar, aunque no somos dueños de nuestras vidas, lo que es cierto es que tomamos decisiones que de alguna manera nos hace triunfar o aprender de nuestros tropiezos.
Es así como los hermanos Héctor Guadalupe y Landon Sebastián Gómez Cuéllar, de nueve y ocho años de edad respectivamente, han experimentado en su corta actividad a través de un juego llamado futbol.
En sus 3 años de aprendizaje y experiencia en este deporte, han conocido de sobra la derrota, pero jamás los hizo débiles, sino todo lo contrario, les dio la fortaleza, determinación y convicción de sí mismos para saborear las mieles de la victoria, y así lo lograron adjudicarse un campeonato.
TODO INICIÓ CON UN REGALO
Fue un regalo que pidió Landon en su cumpleaños lo que abrió una nueva página en la vida de estos hermanos. Los padres, Héctor y Angélica de inmediato se dieron a la tarea de buscar un lugar en ese deporte para su hijo.
Fue entonces que lo llevaron al Parque Xochipilli donde encontraron el regalo ideal, integrarlo a un equipo de futbol como su hijo lo solicitó, encontraron y se integraron al equipo Tuzos Monclova bajo el mando del entrenador Fernando Cruz.
Posteriormente los colores que defendió fue los de la playera de Tuzos Oriente, donde bajo la dirección técnica de Gustavo Rodríguez empezó sus primeros partidos en el campo.
SUS PRIMEROS PASOS
El gusto por el futbol de parte de Héctor y Landon, despertó cuando ellos veían a su padre jugar con la pelota, la semilla del futbol empezó a germinar en el corazón de ambos y cuando menos lo esperaron Landon ya figuraba como medio de contención y Héctor como defensa lateral y central.
Iniciaron sus juegos en la categoría biberón y cascarón, donde tuvieron una buena actuación, llegando a disputar juegos finales en las ligas locales, acariciando un campeonato que en sus inicios no se dio.
ABRIENDO CAMINO SOBRE LA CANCHA
Cada final disputada fue una gran experiencia para Tuzos Oriente donde Héctor y Landon pertenecían, sus participaciones se cuentan en ligas como Copa Xochipilli, Liga premier, Liga del Oriente, Municipal, Copa Mazatlán, eliminatorias estatales y Nacionales.
Héctor por su parte mostró su determinación para quitar el balón a su adversario y realizar los despejes, mientras que Landon lució su aguerrido carácter lo que le valió para ser el capitán del equipo, además mostró su gusto por ejecutar los tiros libres, penales y tiros de esquina.
LA RECOMPENSA
Los hermanos encontraron el sabor agridulce de ser subcampeones, hubo muchas finales donde arañaron el campeonato, pero todo el trabajo y esfuerzo encontró por fin su recompensa.
Un recuerdo inolvidable fue cuando finalmente levantaron el trofeo de la victoria en la Liga Municipal donde vencieron al equipo Tecos y se coronaron campeones, la emoción se desbordó casi en lágrimas de alegría en Héctor y Landon.
UNA ILUSIÓN
Como casi todo niño, existe una ilusión dentro de ellos, y en el caso de los hermanos Gómez Cuéllar, es lograr ser un jugador profesional, su ídolo es Lionel Messi, es por ello entrenan constantemente con su padre en casa, sin olvidar sus estudios como alumnos de la Escuela Miguel Hidalgo ubicada en el sector oriente.
Las primeras páginas del futbol en la vida de Héctor Guadalupe y Landon Sebastián se están escribiendo, ellos están dispuestos a seguir con la historia, el punto final está muy lejos de existir, por lo que están deseosos a que pase esta contingencia y desatarse nuevamente sobre el pasto para vivir más experiencias.
