MONCLOVA.-El haber trabajado al lado de su padre por 33 años la forjó en la responsabilidad y el amor al trabajo, desarrollando diferentes puestos administrativos escalando por sus propios méritos hasta ser Directora General de la gran empresa Inmagusa.
Con las suficientes “tablas” que le dio la vida y una experiencia que asegura no buscó, traductora y maestra de Francés, adicional al idioma Inglés y Alemán la sitúan como una mujer preparada, ella es la señora Eva Eugenia Galaz Caletti, hija del prestigiado empresario Gustavo Galaz.
Dentro del marco de la celebración del Día de la Mujer Mexicana, que se celebra cada 15 de febrero para destacar la importancia de la igualdad de género y el papel de las féminas en el desarrollo de la sociedad, Periódico la Voz otorga un espacio a una de las grandes mujeres en Monclova, reconocida por su trabajo y labor por la sociedad.
Eva Eugenia Galaz Caletti, hija del empresario Gustavo Galaz Mendoza, nació en la ciudad de México, a los 40 días de nacida fue llevada a la ciudad de Monclova, pues su padre Gustavo Galaz trabajaba en la empresa Altos Hornos de México.
De la edad de 15 años a los 30, vivió fuera de México, aprendió los idiomas Inglés, Francés y Alemán, graduándose como traductora y profesora de Francés en el extranjero.
“Nada que ver con lo que vine a hacer a México” platica sonriente. Recordó que la única opción fue estar “pegada” a su padre, pues no sabía siquiera hacer una póliza de cheque, por lo que poco a poco fue aprendiendo y tomando diplomados para directivos en el Tecnológico.
La señora Eva Galaz Caletti trabajó al lado de su padre 33 años en diferentes puestos administrativos y los últimos 13 años fue Directora General de la empresa Inmagusa.
“Fue una experiencia que no busqué pero que me tocó y siempre trato de hacer las cosas lo mejor que puedo y que no queden por mi”.
Su padre Gustavo Galaz Mendoza, fue un impulsor de la educación y pionero al lado de Harold Pape en la industria siderúrgica.
“Mi papá fue una persona extraordinaria, en este sentido, nosotros nunca pagamos el salario mínimo, pagábamos los mejores salarios en la región y se capacitaban constantemente, creyente de la educación pues era la única forma de que México saldría adelante”.
Fundador de tres planteles educativos, Instituto Central Coahuila, Colegio Montessori, Instituto Inmagusa.
“La gente que nos conoce sabe que somos de trabajo y que siempre hemos ayudado a la comunidad, mi papá fundó tres escuelas, sin ningún interés más que el traer educación a Monclova”.
“Desconozco si aún se tengan estos lugares, pero el María Montessori obtuvo el primer lugar de educación a nivel México, e Inmagusa el segundo lugar, entonces el objetivo era siempre llegar al nivel del María Montessori”.
¿Qué enseñanza le dejó su padre?
Imposible alcanzarla, mi papá era un hombre muy estricto, muy perfeccionista y ponía el ejemplo, siempre trataba de hacer las cosas al ciento por ciento, y había que ponerse a trabajar, nada te iba a caer del cielo gratuitamente.
Mi papá fue un hombre muy visionario, yo no pretendo llegarle a los talones y no porque sea mujer, él era un hombre extraordinario, he tratado de seguir sus pasos, pero está muy “pelón” muy difícil” menciona.
Sin mi madre no hubiera podido trabajar tranquila
El apoyo incondicional de su madre, y a quien adora, aseguró que fue parte importante para que ella se desempeñara al lado de su padre, actualmente tiene una hija y su madre era quien cuidaba de ella mientras trabajaba.
“Yo no hubiera podido trabajar 33 años, no me hubiera ido tranquila a trabajar; ella me ayudó, por eso admiro a las mujeres que pueden trabajar y tener hijos, es un trabajo colosal, y todavía tenemos que ser mejor que un hombre para que nos den el mismo trabajo y que nos paguen menos, y en el turno de la tarde en casa con los niños”.
¿Hace falta más empleo para la mujer?
Hace falta más empleo para la mujer pero debe de haber guarderías de calidad para que las madres se puedan ir tranquilamente a trabajar.
Finalmente recordó una anécdota que le marcó por completo, el trabajo con la gente, humildad y el reconocimiento de su padre para con los trabajadores.
“Así como mi papá era exigente y perfeccionista con mucha gente, también reconocía el trabajo de sus colaboradores. El señor Raymundo Guel, Jesús Morales, su servidora y mi papá fuimos los cuatro que empezamos la empresa Inmagusa”.
El señor Jesús Morales había hecho maquinaria, prácticamente las naves, muchas de las cosas con lo que inició Inmagusa eran hechizas, años más tarde se compró maquinaria nueva, un día mi papá para felicitar y motivar al señor Morales “El Güero”, le mandó hacer un diploma de Ingeniero Mecánico otorgado por Gustavo Galaz. Se le hizo una ceremonia en la empresa, mi papá dio una reseña de lo que hizo “El Güero” Morales y le entregó el diploma donde lo reconocía como Ingeniero Mecánico” finalizó.
Promotora de apoyo social, empresaria y gran mamá; así se le reconoce en el Día de la Mujer Mexicana.
Fue una experiencia que no busqué pero que me tocó y siempre trato de hacer las cosas lo mejor que puedo y que no queden por mí"
