CASTAÑOS., COAH.- Con poca agua y comida, lastimados de sus pies, deshidratados, pero con mucha fe en un mejor futuro, llegaron al municipio de Castaños más de 800 migrantes provenientes de Sudamérica, los cuales habían pasado dos días en Abasolo Nuevo León con la intención de descansar un poco y seguir su camino hacia la frontera con Estados Unidos.
Fueron los Alcaldes Mario Alberto Dávila Delgado del Municipio de Monclova y Juan Antonio Garza García de Castaños, quienes se encargaron de recibir a este nutrido grupo de migrantes, dándoles la atención médica y humanitaria para que pudieran seguir su camino en buen estado de salud.
Fue el Alcalde de Monclova quien informó que como ayuda extraordinaria a las familias de migrantes, se pusieron a disposición un total de 10 camiones para trasladarlos hasta el Centro Familiar La Vid en la zona centro de Monclova, donde los estaban esperando con apoyos, medicamentos, alimentos, agua y otros enseres necesarios para que pudieran continuar su viaje.
Por su parte el Alcalde Juan Antonio Garza García dijo que en la revisión médica que realizó a estos hombres y mujeres provenientes en su mayoría de Venezuela, pudo detectar personas con deshidratación, insolación y ampollas en los pies, pero ninguno que requiriera atención médica hospitalaria.
Los ediles coincidieron en que la migración seguirá, siendo este el segundo grupo nutrido de migrantes provenientes de sur américa que se reciben en la zona centro del estado, por tal razón se llamó a la población y a las instituciones a donar además de alimentos y agua, medicamentos, pañales, leche para bebé, artículos de higiene así como ropa, calzado y material de curación para todos ellos.
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SOMOS PADRES DE FAMILIA QUE QUEREMOS UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA PARA NUESTROS HIJOS
Dentro de este grupo de más de 800 migrantes, se encontraban Padres de familia, en su mayoría jóvenes con sus pequeños hijos en brazos, en carritos del súper y en carriolas improvisadas, quienes después de descansar un poco, continuaron su éxodo con la intención de llegar a Estados Unidos, cruzar el río y buscar una mejor calidad de vida para los suyos, sin embargo aunque cuentan con una fe bien fundamentada, el miedo se apodera de ellos al momento de llevar a sus pequeños bebés en brazos, quienes dentro de su inocencia desconocen el riesgo que están viviendo.
“Estuvimos en campamentos en Nuevo León y la gente nos ayudó mucho, nos llevaron cobijas, ropa limpia, juguetes para los niños y sobre todo tenis para caminar más seguros, pues la mayoría de nosotros traemos los pies destruidos por las ampollas, nuestros hijos nada saben de todo el mal que existe y viven esta experiencia como si fuera un largo paseo a una mejor calidad de vida, dijo Helmer Valrecho”.
En contingente numerosos y menos separados unos de otros, los migrantes llegaron hasta el puente denominado la “Y” griega donde un gran cantidad de ciudadanos y personas pertenecientes a iglesia de la localidad, les dotaron de víveres, agua y sobre todo calzado cómodo para seguir su trayecto, ya que la mayoría de ellos se encontraban seriamente lesionados de los pies ante la gran cantidad de kilómetros recorridos.
“Sabemos que este paso es difícil, pero la gente nos está ayudando mucho, dos alcaldes vinieron hasta este punto, son médicos y nos atendieron, por eso les agradecemos mucho porque aunque el camino es difícil y peligroso, nos están ayudando con acciones que hacen que esta migración sea más llevadera”.