El DIF Coahuila alertó sobre el creciente consumo de drogas entre jóvenes del estado y el impacto directo que esto tiene en la violencia dentro de los hogares. Liliana Salinas, presidenta honoraria del organismo, advirtió que este problema está afectando seriamente al tejido social y urge una atención inmediata. Señaló que muchas de las situaciones violentas tienen su origen en el uso de sustancias por parte de los hijos o incluso de los padres, lo que provoca abandono, descuido y rompimiento familiar.
Desde la iniciativa Inspira, impulsada por el DIF estatal, se ha identificado que la droga más común entre los jóvenes es el cristal. Además, tras la pandemia, se han incrementado los problemas de salud mental como ansiedad, depresión y pensamientos suicidas. Por ello, se está implementando una estrategia integral de atención psicológica y prevención de adicciones, en la que participan diversas dependencias estatales.
Salinas insistió en que la intervención del Estado no es suficiente si no hay colaboración ciudadana. Dijo que se requiere el trabajo conjunto con padres de familia, escuelas, universidades y colonias. "Ningún municipio puede solo con esta crisis", afirmó, y llamó también a empresarios, medios y gobierno federal a sumarse a esta tarea urgente.
Finalmente, anunció que se proyecta la creación de un centro estatal de atención a personas con adicciones, que operaría con apoyo del gobierno y en coordinación con anexos ya existentes. El objetivo es certificarlos y capacitarlos con protocolos adecuados. "El problema nos rebasó. Necesitamos aliados, estructuras y voluntad común para enfrentarlo", concluyó.
