Ante la escasez de la vacuna BCG, los niños recién nacidos podrían contagiarse de tuberculosis, el gobierno federal no ha enviado dosis en la región centro desde el mes de mayo, lo que se ha convertido en un problema recurrente.
La vacuna BCG, al igual que la de la hepatitis B, son las primeras vacunas que los bebés deben recibir, dicha vacuna lleva el nombre de BCG por el Bacilo de Calmette y Guérin. Sirve contra la tuberculosis y se aplica desde recién nacidos hasta los niños menores de 5 años y deja una cicatriz en el brazo posterior a su aplicación.
Afecta principalmente a los pulmones pero que también puede afectar a cualquier otro órgano, incluidos los huesos, el cerebro y la columna, puede durar meses o años y puede ser peligrosa o potencialmente mortal si no se trata.
Faustino Aguilar Arocha mencionó que espera que en próximas semanas puedan llegar más dosis de la vacuna ya que niños del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Hospital Amparo Paspe, la Clínica del ISSSTE y más, están en espera de recibirla.
Los recién nacidos pueden estar expuestos a las bacterias de varias maneras., los síntomas consisten en fiebre, disminución de la energía y dificultad respiratoria. El diagnóstico puede incluir una radiografía de tórax, un análisis de sangre, un examen y cultivo de muestras de líquido y tejido y una punción lumbar.
Se puede administrar un antibiótico a los lactantes que han estado expuestos a alguien que tiene una infección activa, incluso si no están enfermos. Los recién nacidos infectados y las embarazadas infectadas reciben antibióticos para tratar la infección.
“Seguimos atendido a los menores con otras vacunas, sobre todo proporcionar la cartilla de vacunación en caso que los papás no tengan, para revisar su peso, talla, vacunas como hexavalente, hepatitis A, rotavirus, entre otras, además del control exacto de las consultas”, indicó el titular de la Cuarta Jurisdicción Sanitaria.
