Una menor de 9 años diagnosticada con dengue hemorrágico fue retenida por personal administrativo del Hospital Amparo Pape de Benavides, al negarle su salida hasta que su madre cubriera un adeudo de casi cuatro mil pesos por los servicios médicos que recibió.
La niña ingresó al hospital con sangrado nasal y vómito. Fue internada de inmediato y permaneció dos días bajo observación médica. En un inicio, la menor fue registrada para atención mediante el programa INSABI, pues su madre aseguró no contar con seguridad social.
Sin embargo, durante su estancia, el personal médico determinó que la paciente debía ser trasladada a un hospital IMSS, debido a la gravedad de su cuadro. En ese momento, una persona allegada a la familia sugirió a la madre verificar si ya contaba con afiliación, ya que recientemente había comenzado a trabajar. Al hacerlo, descubrió que tanto ella como su hija estaban dadas de alta.
Fue entonces cuando el área administrativa del Hospital Amparo Pape le informó que debía liquidar los servicios médicos prestados antes de poder trasladar a la menor. La madre, desesperada, explicó que no contaba con dinero, pues enfrentaba una situación económica crítica: su madre padece cáncer, su padre sufre ceguera por diabetes y ella apenas iniciaba su primer empleo, aún sin recibir pago.
Ante la negativa del personal de permitir la salida sin cubrir el monto, empleados administrativos llegaron a sugerirle que empeñara su teléfono celular para reunir al menos una parte del pago. La mujer se negó, explicando que ese era su único medio de comunicación con sus padres enfermos.
La situación se prolongó durante toda una tarde, noche y parte del siguiente día, hasta que la gestora social, Griselda Arreguín y su asistente, intervinieron para conseguir un descuento significativo. Finalmente, el adeudo se redujo a mil 420 pesos, cantidad que fue cubierta entre ambos gestores para permitir el egreso de la menor.
Afortunadamente, para ese día la niña presentó mejoría en sus niveles de plaquetas y ya no requirió ser trasladada al IMSS para su atención.
El caso ha generado indignación, pues se cuestiona el proceder administrativo del hospital frente a una emergencia médica y la falta de sensibilidad hacia la situación económica de la familia.