Resignación y esperanza, es lo que genera la desaparición de mujeres, dejado una herida abierta en sus seres queridos. "No sabes si soltarla y desearle el descanso eterno o mantener la esperanza de que algún día aparezca. Pero no hay un lugar donde llorarle, donde hablarle", expresa Renata Cortez, familiar de Berenice, una joven de 15 años que desapareció el 20 de enero de 2017 en la colonia Brisas del Valle.
A pesar del tiempo transcurrido, su familia sigue exigiendo respuestas. "Nosotros tuvimos que hacer parte del trabajo que no hicieron las autoridades. Pedimos las grabaciones de las cámaras de seguridad donde se le vio por última vez. En una de ellas se le observa sentada en una banca, y después, ya no hay más rastros", lamentó.
Berenice dejó un bebé de apenas siete meses cuando desapareció. Hoy, su hijo tiene ocho años y sigue sin comprender completamente lo sucedido. "No creo que haya decidido abandonar a su hijo. Algo pasó, alguien la privó de su libertad", asegura su hermana.
La última vez que fue vista, Berenice había sido agredida en la calle por su expareja. Vecinos alertaron a la policía, quienes detuvieron al agresor, pero lo liberaron horas después. Mientras tanto, ella caminó sola hasta la plaza, y desde entonces, nadie ha sabido más de ella.
El único sospechoso en el caso es Óscar "N", quien fue señalado tras hacer un comentario perturbador a otra mujer a quien intentó abusar. "Si no cooperas, te haré lo mismo que a Berenice", habría dicho. A pesar de esta declaración, el sospechoso interpuso un amparo y no volvió a dar declaraciones.
Han pasado años y la familia sigue sin saber qué ocurrió. "Queremos respuestas. Podemos asimilar el dolor con el tiempo, pero necesitamos saber la verdad. Las autoridades no han hecho su trabajo. No entendemos si es falta de empatía o indiferencia, pero detrás de esta desaparición hay una familia que sigue esperando", concluye Renata Cortez.
