El colectivo Volviendo al Río Monclova ha reforzado sus esfuerzos en la limpieza del cauce natural al integrar dos kayaks en sus actividades.
Ayer, estos fueron puestos en funcionamiento con el propósito de retirar plásticos, llantas, madera y otros desechos que se encuentran en las profundidades del río.
Carla Mercado y Carlos Liñán, dos jóvenes comprometidos con el medio ambiente, encabezan estas acciones junto a un grupo de aproximadamente 30 personas.
La iniciativa comenzó el pasado 15 de febrero y ha continuado de manera constante, con voluntarios que acuden en distintos horarios, algunos entre semana y otros los domingos.
Los integrantes del colectivo recuerdan que, antes de estos trabajos, la zona estaba en condiciones deplorables.
"Ya veníamos aquí y veíamos que la gente se andaba divirtiendo en un lugar que no era digno. Había basura, animales muertos, muebles y todo tipo de desechos. Cuando vimos que el agua seguía limpia, supimos que era necesario recuperar el espacio", señalaron.
El objetivo del proyecto no es solo sanear el área, sino también recuperar la identidad con el Río Monclova, un ecosistema que, según los voluntarios, se ha perdido con los años.
"Creemos que es algo importante. La sensación de bienestar al estar aquí es inigualable, no solo para nosotros, sino para la comunidad y la biodiversidad. Ver aves y notar que hay mucha vida nos genera felicidad, pero también tristeza al pensar en cuánto tiempo este lugar ha estado descuidado", expresó Carlos.
La Secretaría del Medio Ambiente tiene pendiente realizar muestreos del agua para evaluar su calidad y la biodiversidad del entorno. Aunque recomiendan que la gente no se bañe en el río debido a su profundidad y posibles riesgos, fomentan su conocimiento y conservación.
Como parte de la rehabilitación del área, los voluntarios han plantado diez árboles de sabino, contribuyendo a la reforestación y la recuperación del ecosistema.
