La mayoría de los menores migrantes que cruzan de manera ilegal a los Estados Unidos se debe a que buscan trabajar en aquel país y además son impulsados por sus familiares, por lo que el trabajo infantil también se refleja en este fenómeno.
Ante el próximo Día Mundial contra el Trabajo Infantil a celebrarse el 12 de junio, la Casa de la Asociación Cristiana para Jóvenes (YMCA por sus siglas en inglés), que atiende a menores migrantes, invitó a reflexionar sobre la presión de los adolescentes migrantes que arriesgan su vida al cruzar la frontera con la añoranza de buscar trabajo y mejorar su vida, cuando deberían ser responsabilidad de los padres de familia el que continúen sus estudios.
Al respecto, Rafael Martínez Martínez, director del albergue, reiteró a los familiares que eviten incentivar el viaje de los menores ante el peligro latente que corren durante el camino de cruce de ilegales y pueden caer en manos de la delincuencia.
Mencionó que, incluso los parientes los impulsan a reincidir, si queda detenido el familiar adulto con el que cruzaban y el menor es deportado, a los pocos días de llegar a su hogar de origen regresan con otro familiar, ya sea el hermano o el primo que buscan cruzarlo a toda costa arriesgando cada vez más su integridad.
Indicó que, en esta temporada de calor extremo, hay más probabilidad de deshidratación por los días de camino que deben recorrer en la clandestinidad del monte que ha terminado con la vida de muchos migrantes.
Rafael Martínez Martínez, director de CASA YMCA.