Carmelitas Descalzos: Comunidad en Saltillo fortalece su fe

SALTILLO, COAHUILA.-A casi 20 años de la llegada de los Carmelitas Descalzos a la capital coahuilenese, la comunidad que acoge el Templo de Nuestra Señora del Carmen ha crecido en número, espíritu y fé.

En el marco de la fiesta de la Virgen del Carmen celebrada cada 16 de julio, la comunidad ha demostrado su devoción hacia el Carmelo y el cariño con el que viven diariamente su fé, gracias a la formación espiritual.

El 28 de noviembre del 2006 se celebró por primera vez en Saltillo una misa por parte de los Carmelitas Descalzos, misma que tuvo lugar en la Catedral de Santiago, desde ese momento la labor carmelitana comenzó a dar formación espiritual y guía a los fieles que se acercaban al templo.

"Ya teníamos años los Carmelitas de estar buscando una presencia en el norte y después de mucho llegamos a Saltillo. Nuestro propósito aquí en Saltillo desde el principio fue la vida espiritual" comentó Fray José Colón.

LA CASA DE LA VIRGEN EN SALTILLO

A la llegada de los Carmelitas Descalzos se tuvo la oportunidad de hacerce cargo de lo que hoy la Rectoría de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la calle de Emiliano Carranza antes de su cruce con Ramón Corona.

Carmelitas en Saltillo

Este informe examina la presencia y el desarrollo de la misión de los Carmelitas Descalzos en Saltillo, destacando sus etapas clave, propósito fundacional, actividades principales y el impacto percibido en la comunidad local.

Los primeros Carmelitas, incluyendo al Padre Antar, Padre Eric y Padre Víctor, se dedicaron a "reconocer el terreno" y realizaron iniciativas importantes, como acompañar los pocos grupos existentes en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Durante este período, hubo momentos de duda sobre la continuidad de su presencia en Saltillo.

En 2014, el capítulo provincial intervino y determinó la importancia de establecer una "comunidad estable que pudiera garantizar una propuesta de desarrollo humano y espiritualidad". A raíz de esta decisión, llegaron nuevos frailes que impulsaron el trabajo y la formación de grupos.

UNA FORMACIÓN EN VIDA ESPIRITUAL

Una de las tareas más trascendentales que ha llevado la misión del Carmelo en Saltillo, es la formación de fieles en el ámbito humano y espiritual, con lo que se han apoyado a grupos de todas las edades, fieles de todas partes de la ciudad se congregan para vivir la experiencia de una "espiritualidad cotidiana".

"La espiritualidad carmelita tiene una riqueza, tiene algo que la difeencía de las demás se enfoca mucho en vivir nos desde nuestra humanidad. Aquí nos vivimos completamente humanos, pequeños, pero aprendiendo a desarrollarnos como católicos es una vida de alegría y servicio" comentó Josué un joven feligres de 20 años, que ha servido en el templo durante 6 años.

Se han formado diversos grupos para atender a diferentes segmentos de la comunidad: Grupo de "las crisálidas", Grupo de Abuelos, Grupo de "Sarepta" (mujeres solas con hijos), Grupo de matrimonios, Grupo de adolescentes, Grupo de jóvenes, catequesis y dinámicas para los más pequeños del hogar.

Inicialmente, otras comunidades enviaron equipos para apoyar la fundación de estos movimientos y posteriormente la comunidad de Saltillo los fue enriqueciendo. Diplomados: A partir de estos movimientos, surgieron los diplomados, donde ctualmente, ofrecen un programa de 4 años.

Marcia Tijerina, integrante del grupo de Ministros habló sobre su experiencia en el servicio del Carmen, comentó "Soy vecina de nuestra iglesia y he sido testigo de las diferentes estapas de desarrollo de nuestro tiempo. La espiritualidad se trata de fomentar una relación con Dios a través de la meditación, la oración y las obras".

Tijerina explicó que el crecimiento de la comunidad es evidente, ya que particularmente se atiende a todos los grupos de edad y condición social, donde se les brinda la opción de tener una relación con Dios a partir de su propia humanidad y cotidianidad.

UNA COMUNIDAD QUE CRECE EN FÉ Y ESPÍRITU

Fray Mario Soria, quién llegó a la comunidad desde hace 2 años y medio, habló sobre la particular participación y devoción que se tiene en la comunidad del Carmen en Saltillo.

"Algo que me sorprendió de aquí esque siempre tenemos gente, vienen a celebrar, si puedo decirte que tenemos muchos grupos y hay gente en cada grupo. Los grupos son muy importantes, hacen retiros y luego se quedan a perseverancia" comentó Soria.

Destacó que uno de los objetivos más importantes de la orden es promover, desarrollar y acompañar la espiritualidad desde el desarrollo humano de la persona, para que esto a su vez pueda nutrir su fé. El trabajo d ellos Frayles y la comunidad en general continúa atrayendo más y más creyentes consolidando una comunidad próspera.

"Ustedes los carmelitas son como un oasis en medio del desierto lo único que les pido es que no construyan una muralla para que muchas personas puedan llegar a este oasis" comentó el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario Gonzalez.

En resumen, la misión de los Carmelitas en Saltillo ha evolucionado desde una etapa inicial de exploración y adaptación a una fase de consolidación, marcada por la formación de comunidades y la implementación de programas educativos y espirituales, consolidándose como un "oasis" de espiritualidad en una región descrita como un desierto. Su enfoque en la vida de oración y la espiritualidad busca "hacer florecer" el entorno.

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Desde 2006, la comunidad de los Carmelitas Descalzos en Saltillo ha ofrecido formación humana y espiritual a cientos de fieles a través de grupos y diplomados.

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El templo del Carmen se ha consolidado como un espacio de oración, meditación y vida comunitaria en el corazón de Saltillo.

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Fray Mario Soria y otros frailes continúan fortaleciendo el compromiso del Carmelo con una espiritualidad accesible, humana y transformadora.

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Diversos grupos como jóvenes, matrimonios, adultos mayores y mujeres jefas de familia encuentran guía espiritual en la comunidad carmelita.

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