NUEVA YORK – La Asamblea General de la ONU fue testigo de un acto de protesta cuando decenas de países abandonaron la sala al momento de la entrada del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El líder israelí procedió a dar un discurso desafiante en el que criticó a los "líderes débiles" por reconocer el Estado palestino y reiteró su postura de que Israel no permitirá que exista un Estado palestino en su forma actual.
Durante su intervención, que se extendió por 40 minutos, Netanyahu negó rotundamente las acusaciones de genocidio y hambruna en la Franja de Gaza, a pesar de que comisiones de la ONU y tribunales internacionales investigan los hechos. El primer ministro mostró un mapa con las ofensivas israelíes en Gaza y otros territorios, defendiendo la necesidad de "acabar el trabajo" militar en la Franja.
Críticas a los países que reconocen a Palestina
Netanyahu fue especialmente duro con los países que han reconocido recientemente el Estado de Palestina, mencionando a naciones como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá. Calificó estas acciones de "recompensar a los más antisemitas del mundo" y denunció lo que llamó una "guerra legal y política" contra Israel.
El primer ministro israelí advirtió a los líderes occidentales que Israel no cometerá "un suicidio nacional" al permitir que se les imponga un "estado terrorista", y aseguró que su posición es la política oficial del Estado y de la población israelí. La salida de los países al inicio de su discurso subraya la profunda división internacional que existe en torno al conflicto y la política de su gobierno en Gaza.
El discurso de Netanyahu en la ONU refuerza su negativa a negociar la solución de dos Estados, al tiempo que insiste en la necesidad de desmantelar por completo lo que queda de Hamás en Gaza, incluso si esto implica continuar la ofensiva militar que ha dejado más de 65,000 muertos, según el Ministerio de Sanidad gazatí.