El secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, Marco Rubio, descartó que Estados Unidos tenga planes de enviar fuerzas militares a México o emprender acciones unilaterales en el combate al narcotráfico. Por el contrario, el funcionario aseguró que la cooperación bilateral en esta materia "se encuentra en su punto más alto en la historia".
Rubio hizo estas declaraciones en Ontario, Canadá, tras participar en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7, donde también estuvo presente el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente. El secretario fue cuestionado sobre la gravedad de la violencia en México, reavivada por el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.
¿Cuál es la evaluación de la situación en México?
El secretario de Estado estadounidense reconoció la grave situación de seguridad en México y advirtió que los cárteles del narcotráfico poseen un poder comparable e incluso superior al de algunas instituciones gubernamentales locales. Rubio fue enfático en la naturaleza de los grupos criminales:
"Estos cárteles son muy poderosos. Y el hecho de que no estén motivados por una ideología no significa que no sean terroristas. No hace falta ser ideológico para ser terrorista", advirtió.
Pese a esta evaluación, el funcionario de la administración Trump fue claro al desestimar la intervención militar directa.
"Estamos dispuestos a brindarles toda la ayuda que necesiten. Obviamente, no quieren que intervengamos; no vamos a tomar medidas unilaterales ni enviar fuerzas estadunidenses a México. Pero podemos ayudarlos con equipo, entrenamiento e intercambio de inteligencia, si nos lo piden", afirmó.
Rubio sostuvo que en ciertas zonas del país, los grupos criminales ejercen un control de facto, superando a las fuerzas de seguridad mexicanas en armamento, recursos e inteligencia.
¿Qué avances se han logrado en la cooperación bilateral?
A pesar de los desafíos, Rubio enfatizó que la colaboración binacional es más sólida que nunca, en especial en el combate al tráfico de fentanilo.
"Tenemos una muy buena relación con México. Hemos logrado avances increíbles en los primeros 10 meses de este año. No tenemos quejas sobre el nivel de cooperación; el trabajo que estamos realizando con ellos es histórico", aseguró.
El secretario de Estado celebró que el gobierno mexicano esté "haciendo hoy más que nunca para detener el tráfico de fentanilo" y destacó que los procesos de extradición entre ambas naciones "son más rápidos que nunca". Sin embargo, reconoció que el problema de la violencia y el narcotráfico "lleva existiendo desde hace mucho tiempo" y que la solución completa tomará años.