En Zapata, Texas, un trágico incidente ha puesto en el centro de atención la seguridad de los castillos inflables tras la muerte de un niño que sufrió una caída mientras jugaba en uno de estos inflables. Una repentina y fuerte ráfaga de viento levantó el castillo inflable entre uno y dos metros, causando la caída del menor y provocándole heridas graves. Lamentablemente, el pequeño no sobrevivió al accidente. Otro niño que también se encontraba en el inflable resultó herido, aunque sus lesiones fueron menores; fue trasladado al hospital para recibir atención médica.
Las autoridades locales han comenzado una investigación para esclarecer los detalles del accidente y si hubo alguna falta en las medidas de seguridad. De acuerdo con el estudio de la Sociedad Americana de Meteorología titulado "Incidentes relacionados con el viento en castillos inflables en contextos meteorológicos, regulatorios y de divulgación", este tipo de accidentes no es poco común. Entre el año 2000 y 2021, se registraron 132 incidentes de este tipo a nivel mundial, con un saldo de 479 personas lesionadas y 28 muertes.
El informe señala que más del 75% de estos accidentes ocurrieron en temporadas cálidas, y en el 70% de los casos, los eventos de viento fueron impulsados por frentes fríos, remolinos de polvo o tormentas eléctricas. Estas estadísticas ponen en evidencia la vulnerabilidad de los castillos inflables a condiciones meteorológicas imprevisibles, lo que ha impulsado llamados a mejorar las normativas de seguridad en torno a estos juegos.