Estados Unidos ha elevado la presión sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al anunciar una recompensa de 50 millones de dólares por información que permita su captura. Así lo dio a conocer la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, quien calificó al mandatario como uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza directa para la seguridad nacional.
Maduro ya había sido acusado por delitos de narcotráfico y terrorismo en 2020, durante la administración de Donald Trump. A inicios de 2025, la actual gestión había aumentado la recompensa a 25 millones, y ahora ha doblado la cifra, presentándola como una acción "histórica".
En un video difundido en redes sociales, Bondi señaló que Maduro colabora con organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Soles, facilitando el ingreso de drogas y violencia a territorio estadounidense. Según la fiscal, la DEA ha incautado 30 toneladas de cocaína relacionadas con Maduro y sus allegados, y se han confiscado más de 700 millones de dólares en activos, junto con aviones y vehículos de lujo.
Por su parte, el gobierno venezolano rechazó enérgicamente la recompensa. El canciller Yván Gil calificó el anuncio como un "show" y una "burda operación de propaganda política" con fines de distracción. A través de Telegram, sostuvo que la iniciativa busca complacer a sectores de la "ultraderecha derrotada" en Venezuela, y reiteró que la dignidad nacional "no está en venta".
En respuesta, Maduro también acusó al gobierno estadounidense de financiar una supuesta "conspiración fascista" y llamó a reforzar los planes de seguridad nacional con apoyo de las fuerzas armadas.