En medio del olor a muerte que se respira en Nueva York por la pandemia de Covid-19, René, un indocumentado mexicano, venció a la enfermedad.
Luego de estar hospitalizado y atestiguar la muerte de dos de sus tres compañeros de cuarto, durante los 15 días que estuvo internado en el Maimonides Medical Center, el mexicano de 35 años, quien vive solo en Estados Unidos, fue dado de alta esta semana.
Al menos 100 mexicanos han muerto en Nueva York por Covid-19, pero René es ya uno de los sobrevivientes de la pandemia que tiene en jaque al mundo.
Desde el epicentro mundial de la crisis, expresó su felicidad por haberla librado.
Yo sentí que me iba a morir. Yo ya llevaba dos muertitos (compañeros de cuarto) y te pones a pensar pues sigo yo ¿no?”, contó
Durante la charla, René, quien desde hace dos años se encuentra en Nueva York trabajando como mesero, lejos de su esposa y sus tres hijos que están en México, narró cómo le dio la batalla al virus. Y le ganó.
Fue tremendo estar postrado en una cama y no poder ni moverte, porque con el simple hecho de hacer un movimiento empiezas a toser a que te falte el aire, y sientes que te ahogas. Pero dentro de mí, decía, cálmate, porque de lo contrario, me había dicho el doctor que si no podía respirar bien, me tenían que intubar y a mí me daba mucho miedo, estaba aterrado”, relató.
El lunes 23 de marzo René llamó al 911. Tres días antes había empezado con dolor de cabeza intenso y fiebre aunque como buen mexicano sólo se había puesto ungüento en el pecho. Pero ese día ya no pudo más.
Me desperté y traté de ir al baño y ya no pude; no llegué, me sofoqué mucho, sentí que me ahogaba, me quedé sentado y llamé al 911. Dije necesito ayuda, me dijeron qué es lo que tiene, y les dije ´saben qué, es que no puedo respirar, me siento muy mal´ y mandaron una ambulancia por mí, pero ese síntoma nunca lo había sentido en mi vida, sentía que me iba desmayar, sentía que me daba un paro ahí”, explicó.
Al llegar al hospital, le hicieron las pruebas correspondientes y dio positivo a Covid-19.
Y pues es una experiencia horrible, ver tanta gente pasar, que ya está cubierta, que ya murió y saber que tú tienes eso, te entra el terror”, confesó.
Me dijeron que era más fácil que me sacara la lotería.
Hasta el 21 de marzo, un día antes de que se decretara la cuarenta en Nueva York, y dos antes de entrar al hospital, René fue a trabajar. Pasó su turno de 18 horas, en medio de un tumulto de gente que llegó al restaurante/bar donde sirve las mesas.
La gente estaba como si nada, de fiesta, y yo también incrédulo de eso del coronavirus todavía; yo decía: `para mí que estos gringos le están echando tierra a los chinos´. Mi manager, me dijo que era más fácil que me sacara la lotería a que me diera Covid-19; el también resultó infectado, y ahora digo, mejor hubiera comprado el boleto de lotería”, bromeó.
Cinco de sus compañeros también enfermaron.
Veo las noticias en México y como la gente ignora todo lo que les dicen, en serio, así estábamos de incrédulos, no creíamos en eso y ahorita es el epicentro aquí de la enfermedad, tanto que no saben qué hacer con tanto muerto, en un día hubo 800. Yo cuando salí del hospital pues fue una imagen muy fea, vi contenedores y sabemos muy bien que los contenedores son para los muertos y solamente Dios sabe a dónde van a parar”, comentó.
Hoy, René se recupera en casa, llenado una bitácora diaria con la que los doctores monitorean que no tenga fiebre, tos o dificultad para respirar. Ayer por cuarto día consecutivo, palomeó que no tuvo ningún síntoma.