En julio de 2025, la inflación anual en México se moderó a 3.51 %, su nivel más bajo desde diciembre de 2020, según datos del INEGI. Esta cifra, resultado de una variación mensual del 0.27 %, se ubicó por debajo de las expectativas del mercado, reforzando la posibilidad de un recorte adicional en la tasa de interés de referencia del Banco de México (Banxico), la cual ya fue reducida en junio a 8 % y ahora ronda el 7.75 %.
No obstante, la percepción entre los consumidores mexicanos dista mucho de esta realidad estadística. Un sondeo publicado por El Economista refleja que las familias sienten que "todo está más caro", especialmente en productos de la canasta básica como carne, huevo, leche y papel higiénico. Muchas han optado por sustituir marcas por alternativas más económicas o reducir el consumo de algunos alimentos considerados esenciales.
Medidas adoptadas por Banxico
El instituto central ha iniciado un ciclo de relajación monetaria tras meses de presiones inflacionarias. En junio de 2025, redujo medio punto porcentual la tasa referencial y se espera una nueva baja ligera tras los datos de julio, aunque el enfoque será más cauteloso.
Tensión entre cifras y percepción social
El contraste entre los indicadores macroeconómicos y la experiencia del consumidor revela una brecha crítica. Aunque la inflación general se contiene, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aún refleja incrementos importantes en bienes clave, mientras que los ajustes en ingresos y costos de vida no han seguido el mismo ritmo. Por ello, muchas familias sienten que su poder adquisitivo continúa erosionándose.