Niños humildes: valor esencial
El valor de la humildad en los niños se va adquiriendo poco a poco ante las diferentes circunstancias de la vida y convivencia con sus compañeros, familiares y educadores.
Fomentar el Valor de la Humildad en nuestros niños a temprana edad es hacerlos crecer muy cerca del gran
Amor y ejemplo de Jesús, hacerles sentir y ver que todos somos iguales y que todos merecemos respeto.
Una de las principales formas de enseñarles a los niños a ser humildes, es siendo ejemplo de las diferentes situaciones que se van presentando en el día a día.
El valor de la Humildad nos invita de igual manera a reconocer los errores y debilidades de cada uno, a aceptar que a veces se gana y a veces se pierde, nos enseña a tener actos de arrepentimientos y agradecimientos.
La humildad en los niños los ayudará a utilizar sus grandes talentos propios siempre al servicio de los demás y no por encima de ellos, a hacer sentir bien a alguien y no discriminarlo, hacerle ver que otros niños tienen capacidades diferentes y que con mucho esfuerzo las comparten con los demás.
Hoy en día no podemos permitir las competencias por ser el más rico, el más guapo, el más inteligente... El orgullo hace que muchas personas busquen esas metas, se crean superiores a los demás y cometan una serie de equivocaciones: creen que lo pueden todo, imponen sus decisiones y desprecian a las otras personas. Es un mal que puede ocurrir en la casa, con la familia, con los compañeros. También ocurre en la escuela: en cada una de ellas hay niños y niñas presumidos porque son los más aplicados y los mejores deportistas, o porque sus papás tienen tal cosa.
Esa actitud de soberbia es contraria a la generosidad, la empatía y la amistad porque impide comprender a los demás y les hace pensar que no necesitamos de ellos.
Por otra parte, frena el crecimiento personal: cuando creemos que lo sabemos y lo podemos todo, dejamos de esforzarnos para alcanzar nuevos logros.
El remedio a esos peligros es el valor de la humildad que consiste en reconocer que no somos “los mejores del mundo”, aceptar nuestros defectos y reconocer las virtudes de otros amigos y a pedir disculpas cuando han cometido una falta.
La humidad en los niños siempre será un valor esencial que los ayudará a ser respetuosos, tolerantes y de mentes abiertas para estar dispuestos para aprender y caminar con humildad toda la vida.
Un niño que observa padres cordiales, respetuosos y amables nunca perderá su actitud de generosidad. Por lo que es indispensable esforzarnos para que nuestros niños crezcan con un buen ejemplo a quien seguir para lograr un corazón humilde.
“La humildad les ayudará a crecer felices, tener autoestima y confianza en sus capacidades”.
Como Padres y Educadores sigamos fomentando el valor de la humildad en nuestros niños.
*La autora es Licenciada en Educación Inicial, Instructora de Estimulación Temprana, directora de la Institución Educativa Peek-A-Boo Learning Center. Contacto: em33@hotmail.com Facebook Elisa Zenaida Morales, Instagram: ElisaZenyMorales