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Opinión

FUERA DE CONTRATO

Por El Eventual

El Eventual
Por El Eventual - 22 mayo, 2023 - 09:44 a.m.
FUERA DE CONTRATO

La semana que hoy arranca será inquieta en ambiente sindical y social, sigue la espera de los obreros de AHMSA de recibir su salario pero se mantiene el mismo ambiente, no hay dinero para nada, eso trae inquietud entre la población que sigue confiando que esto pronto se levante.

Por otro lado por medio de las redes sociales una madre de familia, ya dijo que buscará hasta por debajo de las piedras a quienes amenazaron a su hija cuando salía del Conalep y se encontró con el conflicto sindical de la 288 pero dice que no había necesidad de actuar de esa manera contra su hija.

Incluso tiene nombres de los presuntos responsables, por ello señala que va con todo contra los responsables, su hija tiene problema para dormir, muestra inquietud, temor y miedo por lo que vivió, por todo lo que eso representó para su integridad física por lo tanto no descansará.

Y los les pregunta a los responsables que hubiera pasado de haber sido una de sus hijas la amenazada, harían lo mismo acudirían hasta donde sea necesario así que esos dos no deben estar confiados, la señora ya tiene sus nombres y sus identidades, va por todo para que entiendan a los hijos no se toca.

Y hoy como todos los lunes el fiscalista Cesar Villarreal Ramos, comparte este bonito mensaje muy acertado tomando en cuenta los tiempos actuales que vivimos, llenos de desconfianza y descontrol en nosotros mismos, ojala la lectura les sirva para empezar a cambiar de actitud.

Es probable que usted haya leído por Internet la reflexión: “Nos acostumbramos”, es muy interesante y si usted no la ha hecho se la hacemos llegar: Nos acostumbramos a a vivir en nuestra casa y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor.

Y como estamos acostumbrados a no tener vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera. Y como no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas. Y porque no abrimos completamente las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud. En cierta manera nos acostumbramos  A despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde. A tomar café corriendo porque estamos retrasados. A comer un sándwich porque no da tiempo para comer a gusto.

A salir del trabajo porque ya es la tarde. A cenar rápido y dormir con el estómago pesado, sin haber vivido el día. Nos acostumbramos  A esperar el día entero y oír en el teléfono: -hoy no puedo ir.  A sonreír para las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.

A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos. Si el trabajo está duro, nos consolamos pensando en el fin de semana. Y peor aún, hacemos pesado nuestro trabajo, y a los demás, viviendo en las críticas destructivas y en la siembra de la discordia hablando negatividad y todavía sin argumento alguno.

Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, vamos a dormir temprano y nos acostumbramos a quedar satisfechos porque siempre tenemos sueño atrasado. Nos acostumbramos a ahorrar vida que, de poco a poquito, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Alguien dijo: La muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de ventaja. no nos acostumbremos y vivamos la vida al máximo. Aplicando esto a la vida diaria: ¿A cuántas cosas nos acostumbramos y creemos que no pueden ser de otra manera? ¿A cuántas cosas nos acostumbramos  y dejamos de insistir en el en el cambio?

Bonita reflexión, verdad

Nos leemos mañana.

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