Para gran parte del país, el partido entre Tijuana y Tigres fue una prueba de resistencia.
El reloj marcaba la medianoche y el partido seguía con muy pocas emociones en el césped del Estadio Caliente, que a la distancia vio cómo, en gran parte del país, el juego estelar de ida de los Cuartos de Final de la Liga MX comenzó la noche del miércoles y terminó entrada la madrugada del jueves, dejando tras noventa minutos el triunfo de Tijuana (3-0) ante Tigres.
La falta de claridad en ambos equipos se reflejó en la ausencia de emociones en las áreas desde el silbatazo inicial. Tigres apostó por la posesión sin profundidad encabezada por Ángel Correa, mientras que Xolos buscó sorprender con balones largos que nunca encontraron receptor.
En medio de un partido sin ritmo, Tijuana encontró la luz en el momento menos esperado. Al minuto 26, Kevin Castañeda se animó con un disparo potente desde fuera del área que tomó por sorpresa a Nahuel Guzmán, quien no alcanzó a reaccionar ante la trayectoria del balón.
El gol, que dio un poco de esperanza para ver un mejor accionar, cambió la actitud de ambos equipos, que tuvieron opciones en el resto de la primera parte, pero la falta de contundencia de los atacantes fue vital para no ver más anotaciones.
Con la llegada del complemento, fueron los locales de Sebastián Abreu los que volvieron a pegar, ahora con un remate de cabeza de Mourad El Ghezouani, quien aprovechó un gran pase de Gilberto Mora para poner el segundo al minuto 53.
La segunda anotación de los fronterizos fue la gota que derramó el vaso y causó movimiento en el banquillo felino, que dio ingreso al francés André-Pierre Gignac, quien intentó cambiar la cara de su equipo.
Por desgracia para la institución regia, Xolos volvió a frotar la lámpara y, de los pies de su gran estrella, Gilberto Mora anotó el tercero al minuto 71, apagando cualquier reacción de los visitantes, quienes en la recta final se echaron para atrás y ahora tendrán que hacer un juego perfecto en casa para buscar acceder a las semifinales.