Juan Gabriel: A nueve años de su adiós, el recuerdo de su histórica noche en Bellas Artes sigue vivo
Han pasado nueve años desde la partida de Juan Gabriel, y su legado continúa siendo motivo de homenaje y orgullo para la música mexicana. Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera —y de la cultura nacional— ocurrió el 9 de mayo de 1990, cuando el llamado Divo de Juárez rompió barreras al presentarse en el Palacio de Bellas Artes, un escenario tradicionalmente reservado para la ópera, la música clásica y las bellas artes en su sentido más conservador.
La idea fue impulsada por María Esther del Pozo, asistente del entonces director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). La propuesta desató un intenso debate público y mediático: ¿tenía cabida un artista de música popular en uno de los recintos más prestigiosos del país?
Sectores conservadores y miembros de la élite cultural reaccionaron con dureza. Hubo críticas abiertas, cartas de protesta y llamados a cancelar el evento. Incluso Juan Gabriel y los funcionarios que avalaron la presentación fueron objeto de ataques, tildados de “transgresores” por romper con las normas no escritas del arte institucional.
Sin embargo, el espectáculo siguió adelante. Y no fue solo un concierto, sino una declaración cultural: con su voz, su sensibilidad artística y su inconfundible estilo, Juan Gabriel demostró que la música popular también es arte digno de reconocimiento.
Hoy, a casi una década de su muerte, aquel concierto en Bellas Artes se recuerda como un hito que abrió puertas y cambió paradigmas. Un acto de valentía artística que reafirmó lo que millones de mexicanos ya sabían: Juan Gabriel no solo pertenecía al pueblo, también merecía los grandes escenarios.