FRONTERA, COAHUILA.- El secretario de Desarrollo Rural, José María Montemayor, destacó que habría sido un error grave que Coahuila no implementara medidas tras el cierre de la frontera con Estados Unidos para la exportación de ganado, ya que esto habría significado una fuerte pérdida para los productores locales.
Montemayor señaló que el estado exporta en promedio 60 mil cabezas de ganado cada año, aunque la cifra puede variar. Explicó que, más allá de una pérdida directa, lo que se presentó fue un "costo de oportunidad", pues mientras en el mercado internacional el kilo de carne puede alcanzar entre 120 y 140 pesos, en el mercado nacional los productores han tenido que venderlo hasta en 90 pesos.
"El riesgo hubiera sido mayor si el gusano barrenador entrara a Coahuila; afortunadamente, las restricciones de movilización que impusimos evitaron esa situación", afirmó. Recordó que este parásito ya se detectó en Nuevo León, lo que mantiene en alerta a la entidad ante la posibilidad de propagación.
El funcionario hizo un llamado a reforzar la vigilancia para impedir el ingreso de ganado infectado al país, así como a evaluar una reducción en la importación de carne. Esto, dijo, permitiría mantener precios reales en el mercado y al mismo tiempo dar certidumbre a los ganaderos para seguir adelante con su actividad.
"Lo malo hubiera sido quedarnos cruzados de brazos, con la posibilidad de tener grandes pérdidas de animales. Creo que Coahuila hizo lo que tenía que hacer", subrayó Montemayor.