SAN BUENAVENTURA, COAH.- No vuelvo a ocupar un cargo público, aún y cuando me voy contenta con lo realizado al frente del DIF, he decidido no aceptar un puesto de esta naturaleza porque creo que ya es tiempo de dedicarme a la familia y a mis nietos”.
La directora del DIF Ana Irma Ramírez Terrazas dijo que la experiencia que se lleva es la de haber servido con todo el entusiasmo a la población, pero sobre todo a aquellos que más lo necesitaban como fue el caso de los adultos mayores, discapacitados, enfermos, traslados y demás que fueron gestionados oportunamente con el alcalde Óscar Flores Lugo para que la ayuda llegara de manera inmediata.
Es un trabajo arduo, donde para realizarlo de manera efectiva se tiene que portar ropa cómoda ya que nunca se sabe si permaneceremos en las oficinas o tendremos que ir a los ejidos, a recorrer las casas, en fin son muchas cosas las que se hacen para bien de la población”.
Madre de dos hijas y abuela de tres nietos dice que cuando fue llamada para el cargo acababa de jubilarse de maestra, por lo que no hubo descanso, incluso nada se compara la labor docente pues en esta se tiene un horario establecido y servir al pueblo no, aquí son las 24 horas porque nunca se sabe cuándo se presentarán las contingencias.
Uno de los logros más satisfactorios que tuvo en estos cuatro años de labor fue el equipamiento de la Unidad Médica de Rehabilitación UBR a la cual asisten infinidad de personas a recibir terapias por el personal capacitado, además de que la confianza de la población enferma hacia este espacio se debió a que recibió equipo moderno para utilizarse sobre todo en personas que padecen parálisis facial.
El caso de los abuelitos que carecen de papeles para inscribirlos en los programas sociales fue otro de los problemas que enfrentó, por lo que agotó los recursos para que la mayoría de estos fueran aceptados.
“Me voy preocupada por la gente que del diario acude en busca de ayuda pues deseo que quienes vengan a ocupar este espacio le den continuidad a los programas que son para beneficiar a los que menos tienen, como es el caso de los ancianitos y enfermos que reciben su comida calientita en su casa todos los días y que dejamos un listado de 72 que esperamos se incremente aún más” dijo.
Pero por sobre todas las cosas está la unidad familiar, que en lo personal Ana Irma buscó no ser afectada equilibrando los tiempos y repartiendo calidad de atención con cada uno de ellos para sentirse bien. Incluso se encarga de su padre ya mayor de edad por lo que en este momento al igual que su familia son sus prioridades de las que no piensa separarse.
Destaca que la labor en el DIF es humana, por lo tanto siempre se debe tener una buena actitud para con todos, eso es algo que le quedó claro, que independientemente de cómo se sientan y los problemas por los que estén pasando, la ciudadanía es primero y hay que ponerle buena cara y tratarla con la mejor actitud.
“Aún cuando se trabajó mucho, quedaron cosas por hacer como es el combate a la pobreza ya que en la población si la hay y en algunos casos es extrema, pero esperamos que se pueda erradicar con el apoyo de todos”, puntualizó la entrevistada.
Un logro para la comunidad.
Uno de los logros más satisfactorios que tuvo en estos cuatro años de labor fue el equipamiento de la Unidad Médica de Rehabilitación UBR a la cual asisten infinidad de personas a recibir terapias por el personal capacitado, además de que la confianza de la población enferma hacia este espacio se debió a que recibió equipo moderno para utilizarse sobre todo en personas que padecen parálisis facial”.
Me quedo en mi casa con mis hijos y nietos, porque creo que cumplí con mi encomienda dentro de la función pública”
Ana Irma Ramírez Terrazas.
Directora del DIF
[gallery size="large" td_select_gallery_slide="slide" ids="362976,362978,362979,362980"]