FRONTERA, COAHUILA.- La ciclovía de la carretera 30 ha sido blanco constante de daños, pues personas han estado tirando y robando los "fantasmas" colocados para delimitar el área, lo que obliga a que personal de Transporte y Vialidad acuda cada quince días a reponerlos, generando un gasto innecesario para el municipio.
La alcaldesa de Frontera, Sara Irma Pérez Cantú, lamentó la situación y recalcó que no se trata de un problema de infraestructura, sino de acciones cometidas por los propios ciudadanos.
"Ahí es complicado tener cámaras, aquí son nuestros ciudadanos los que nos hacen daño y nos cuesta volverlos a reparar. Por eso los comités de seguridad son importantes, ellos nos ayudan a estar al pendiente y hasta a grabar cuando malhechores dañan o roban las señalizaciones. Gracias a ellos hemos dado con algunos responsables", señaló.
La edil recordó que no es la primera vez que la ciclovía sufre este tipo de afectaciones, y mencionó que en la primera ocasión un particular utilizó su vehículo para retirar los señalamientos y poder circular por el espacio destinado a ciclistas.
Pérez Cantú subrayó que el objetivo de la ciclovía es ofrecer a la ciudadanía un lugar seguro y confiable para transitar sin preocupaciones, por lo que hizo un llamado a la población a respetar las instalaciones y a denunciar a quienes cometan actos vandálicos.