México enfrenta un rezago histórico de 400 años en materia de infraestructura accesible para personas con discapacidad, reconoció Enrique Martínez y Morales, secretario de Inclusión y Desarrollo Social, al señalar que, aunque se han registrado avances, el país aún carga con deficiencias estructurales profundas y difíciles de corregir en el corto plazo.
Explicó que en los últimos años se han impulsado remodelaciones en centros históricos, como el de Saltillo, además de la construcción de nuevos espacios públicos que ya integran criterios de accesibilidad universal.
Esto incluye rampas, banquetas adaptadas, señalamientos y cajones exclusivos en centros comerciales, algunos incluso con señalización en lenguaje braille.
Sin embargo, precisó que los avances actuales no eliminan el enorme déficit acumulado históricamente. "El problema es hacia atrás. Traemos 400 años de retraso en la materia. Es imposible hacer los cambios en un corto plazo, pero las nuevas obras ya contemplan toda esta infraestructura", puntualizó.
El secretario destacó que existe una ley y un ordenamiento vigente que obliga a municipios y desarrolladores a considerar accesibilidad en cada obra nueva.
Aseguró que la mayoría de los municipios ya incorporan estas medidas en sus proyectos recientes, atendiendo rampas, accesos amplios, señalización táctil y espacios preferentes. "Venimos arrastrando problemas ancestrales que son muy complejos y, prácticamente, imposibles de corregir de una administración para otra, al menos desde el punto de vista presupuestal", señaló.
El funcionario reiteró que la accesibilidad ya no es un complemento, sino una obligación legal y un compromiso social que seguirá guiando la transformación de los espacios públicos en Coahuila. "Se está dando un paso firme. Vamos a converger hacia una inversión como debe de ser", afirmó.