La pirotecnia en las fiestas de Fin de Año es una costumbre arraiga en la comunidad, sin embargo esto genera un gran impacto a las personas autistas, sobre todo niños, que sufren ansiedad, estrés y temor.
Durante estas fiestas es una costumbre que las familias utilicen pirotecnia para celebrar el año nuevo, a pesar de que la venta de fuegos artificiales está prohibida por las autoridades en el estado.
La Psicóloga Humanista, explicó que muy poco se ha hablado del impacto que tiene el uso de pirotécnica para las personas diagnosticadas con autismo, que sufren de una distorsión en su entorno, ocasionando una crisis nerviosa, al incrementarse los niveles de estrés y ansiedad.
El autismo es una afectación relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras, que causa problemas en la interacción social y la comunicación.
El trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos, por lo que la alteración de su entorno genera una crisis de ansiedad, en este caso ante la presencia de ruidos fuertes, sobre todo porque los niños con autismo tienen más desarrollado el sentido del oído.
“Con la pirotecnia, los niños con autismo tienen una mayor reacción ante lo que se presenta en estas fechas, sabemos que por tradición se utiliza pirotécnica, lo que exalta a los menores, se genera miedo, pánico, al no tener control de lo que sucede en ese momento, por lo que se da un ataque de ansiedad al no saber que hacer en ese momento”.
Comentó que el índice de personas que presentan autismo es bajo en la localidad, pero se debe considerar el estado de los menores, a fin de evitar una crisis.
Señaló que los padres de los menores que presentan este tipo de trastorno, deben tomar las medidas para evitar una crisis, como el hecho de resguardarlos en espacios donde no llegue el ruido externo.
