MONCLOVA, COAH.- En la última década, los casos de trastornos del neurodesarrollo, particularmente autismo, han registrado un incremento significativo en Monclova y la región Centro de Coahuila, lo que comienza a reflejarse tanto en el ámbito educativo como en la atención especializada que requieren las familias.
Cecilia Isa Campos, quien participa en el acompañamiento de familias con niños diagnosticados con estos trastornos, explicó que actualmente la mayoría de los casos que atienden corresponden a menores con trastorno del espectro autista (TEA), así como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), síndrome de Down y problemas de aprendizaje y conducta.
De acuerdo con cifras utilizadas en Estados Unidos, uno de cada 31 niños presenta algún trastorno del neurodesarrollo, lo que implica que en prácticamente todos los salones de clases hay al menos uno o dos casos. Sin embargo, la realidad en las aulas es más compleja, ya que los docentes atienden grupos de hasta 45 alumnos, lo que dificulta brindar una atención diferenciada.
Campos Isa señaló que, aunque muchos de estos niños se encuentran integrados en escuelas regulares, presentan dificultades en el aprendizaje, la socialización y el desarrollo cotidiano, lo que genera retos adicionales para los docentes y las instituciones educativas.
Explicó que dentro del espectro autista existen distintos niveles de apoyo, clasificados como nivel uno, dos y tres, siendo este último el que presenta mayores dificultades funcionales.
'Los niños con mayores necesidades de apoyo generalmente requieren acompañamiento adicional en el aula, lo que no siempre es posible cuando las familias no cuentan con los recursos', indicó.
Ante esta situación, algunos menores son canalizados a los Centros de Atención Múltiple (CAM), donde se brinda atención especializada, lo que también implica la necesidad de personal docente con formación específica.
Respecto a la detección del autismo, explicó que esta depende en gran medida de la severidad de los síntomas. Los casos leves pueden pasar desapercibidos durante varios años y ser diagnosticados hasta la edad escolar, mientras que los casos más severos suelen identificarse desde los primeros años de vida.
'En los casos más graves, los padres detectan desde temprano que el niño no habla, no responde a su nombre o no socializa; en otros, el diagnóstico llega más tarde y el niño es catalogado erróneamente como problemático', explicó.
Sobre las posibles causas del incremento de casos, señaló que no existe un factor único, sino una combinación de elementos, entre ellos una mayor capacidad de diagnóstico y una mayor conciencia social, así como factores ambientales, contaminación, exposición a medicamentos y la calidad de la alimentación.
En el caso de Monclova y la región Centro, estimó que los diagnósticos han aumentado entre un 20 y un 50 por ciento en comparación con hace diez años.
En este contexto, Campos Isa participa en la Fundación Reconectando Monclova, desde donde se da acompañamiento a familias que enfrentan este tipo de diagnósticos, particularmente en procesos de orientación y seguimiento terapéutico, ante la alta demanda de atención especializada en la región.
Finalmente, señaló que la atención a niños con trastornos del neurodesarrollo implica procesos largos y constantes, lo que representa un reto económico y operativo para muchas familias, especialmente por la frecuencia y duración de las terapias.
Para información relacionada con el trabajo de orientación y acompañamiento que se realiza, la fundación cuenta con el teléfono 866 136 0348.