El otoño trajo consigo no solo un respiro en las temperaturas, sino también un incremento notable en las celebraciones de bodas religiosas en distintas parroquias de la ciudad. Octubre marcó el inicio de esta tendencia que, según los sacerdotes locales, se extenderá hasta diciembre, una temporada preferida por muchas parejas para dar el "sí acepto" ante el altar.
El padre Antonio Ortiz Coss, párroco de la iglesia San José Obrero, confirmó que en las últimas semanas se ha notado un repunte en los trámites matrimoniales. "En estas últimas cuatro semanas he atendido alrededor de ocho solicitudes. Algunos enlaces se celebran aquí mismo y otros en templos como el Santuario de Guadalupe, San Francisco de Asís, Santiago Apóstol, San Juan Bautista o La Ermita", explicó.
De acuerdo con el sacerdote, el fenómeno tiene dos causas principales: el clima más templado del otoño y la proximidad de las fiestas decembrinas, cuando las familias se reúnen y muchos aprovechan la ocasión para formalizar su unión.
"Diciembre siempre es un mes fuerte. Coincide con el periodo vacacional y con las festividades religiosas, lo que permite que muchos familiares que viven en Estados Unidos estén presentes en los eventos. Eso influye mucho para que se animen a casarse en estas fechas", detalló Ortiz Coss.
Mientras los matrimonios aumentan, los bautismos tienden a disminuir hacia fin de año. Según el párroco, estas ceremonias se concentran principalmente entre los meses de abril y agosto, cuando las condiciones son más favorables para los bebés y las familias aprovechan el clima cálido.
Sobre los costos de los sacramentos, explicó que el estipendio diocesano por una boda ronda entre 1,500 y 2,000 pesos, dependiendo de la parroquia y los servicios que se incluyan. Algunas iglesias ofrecen paquetes que contemplan el uso del clima, arreglos florales o coro musical, mientras que en otras los novios deben cubrir esos gastos por separado.
"En lugares donde hay aire acondicionado, créanme que se agradece mucho, sobre todo por la novia... que no se le corra el maquillaje con el calor", comentó entre risas el sacerdote.
Aunque octubre no está ligado a ninguna festividad religiosa relacionada con el amor, Ortiz Coss recordó que muchos fieles acuden con devoción a San Antonio de Padua, patrono de los enamorados, cuya festividad se celebra el 13 de junio. Sin embargo, subrayó que más allá de las fechas o las tradiciones, lo verdaderamente importante es el compromiso y la preparación espiritual de las parejas que deciden casarse por la Iglesia.
"No importa el mes ni el motivo. Lo esencial es que la pareja tenga clara la decisión de unirse ante Dios, con fe y responsabilidad", concluyó.