Clarisa N, imputada por el presunto robo de 1.5 millones de pesos en el hotel Holiday Inn de Monclova, promovió un juicio de amparo con el objetivo de evitar el uso del brazalete electrónico impuesto como medida cautelar. Aunque actualmente enfrenta el proceso penal en libertad, su defensa legal considera que el dispositivo representa una carga económica excesiva.
La demanda de amparo fue registrada bajo el expediente 610/2025 y presentada el pasado 4 de junio ante el Juez de Primera Instancia en Materia Penal del Sistema Acusatorio y Oral del Distrito Judicial de Monclova, con sede en Frontera. Este recurso va dirigido contra la resolución judicial dictada el 31 de julio de 2025, mediante la cual se le impusieron medidas como el brazalete electrónico y la prohibición de salir del Estado de Coahuila.
Clarisa N es una de las dos afanadoras del hotel señaladas como presuntas responsables del millonario hurto, registrado entre el 5 y 6 de julio, en la habitación 237, donde se hospedaban Carlos Alberto N y su hijo Carlos Junior, quienes acababan de cerrar una operación inmobiliaria por 6.5 millones de pesos. El dinero, guardado en una maleta con candado, habría sido robado mientras los huéspedes se encontraban fuera.
Según la carpeta de investigación, tras revisar los videos de seguridad del hotel, se detectaron accesos reiterados de Clarisa N a la habitación durante la ausencia de los clientes. Además, testigos presenciales aportaron testimonios comprometedores: uno de ellos aseguró haber escuchado a las afanadoras hablar entre sí sobre el dinero, mientras que otro declaró haber visto billetes de mil pesos sobresaliendo de un carrito de sábanas sucias.
La causa penal, identificada como 724/2025, también involucra a Hilda N, otra recamarera que ya obtuvo su libertad bajo condiciones similares, tras comprobar arraigo domiciliario.
En el caso de Clarisa N, su defensa es encabezada por el abogado Armando Hernández Molina, quien busca quitarle el brazalete ya que el costo mensual es estimado en los 8 mil 500 pesos, representa una carga que su clienta no puede solventar. En el amparo, se solicita que se sustituya esta medida por otras como firmas periódicas u otras restricciones menos gravosas.