Padres y madres de familia del CBTis 36 en Monclova manifestaron su inconformidad ante la imposición de un nuevo uniforme blanco, así como la falta de información sobre el manejo de los recursos económicos del plantel.
José Canales, presidente de la sociedad de padres de familia, expuso que la directora Hilda Margarita Cortéz decidió de manera unilateral implementar este uniforme para el próximo ciclo escolar, sin consultar previamente a los tutores.
"Ella misma nos dijo que fue un acuerdo con el consejo de maestros, pero jamás se nos pidió opinión. Desde un principio explicamos que muchas familias atraviesan situaciones económicas complicadas", afirmó Canales.
El representante detalló que el costo de este uniforme resulta oneroso: "Una sola playera cuesta entre 400 y 500 pesos, y mínimo se necesitan dos, más el pantalón o la falda. Además, el color blanco es poco práctico para el uso diario".
A la polémica del uniforme se suma la preocupación por la falta de transparencia en las finanzas escolares. Desde marzo, cuando tomó posesión la nueva mesa directiva de padres, solicitaron por escrito el estado de cuenta correspondiente al semestre anterior. Hasta ahora, dijo, no han recibido respuesta.
"No tenemos claro qué destino tuvieron los recursos que se recaudaron. La escuela está obligada a informarnos, pero no hemos obtenido ningún informe, lo que genera desconfianza sobre el uso de ese dinero", señaló.
Ante la situación, la sociedad de padres notificó formalmente a la Dirección General de los CBTis en Coahuila, así como a la delegada estatal, sin que hasta el momento se haya emitido alguna resolución.
Canales puntualizó que su intención no es confrontar, sino garantizar que las decisiones se tomen con apertura y respeto: "Estamos aquí para proteger los derechos de nuestros hijos y de sus familias. No buscamos conflictos, sino diálogo, orden y transparencia. Las imposiciones solo generan más conflictos".
En cuanto a la cuota escolar, aseguró que esta se mantendrá sin incrementos como medida de apoyo económico, aunque persiste la incertidumbre sobre la compra del nuevo uniforme y la rendición de cuentas sobre los fondos anteriores. Los padres esperan una respuesta oficial antes del inicio de clases.
