MONCLOVA, COAH.– Con rezos, cantos, danzas de matachines y una fe inquebrantable, vecinos de la colonia San Isidro celebraron este 15 de mayo a su santo patrono, San Isidro Labrador, pidiendo su intercesión ante Dios para que llegue la lluvia al municipio, en medio de una intensa ola de calor que ha superado los 40 grados.
La festividad religiosa, que tiene más de 37 años de tradición, se llevó a cabo en la iglesia de San Isidro, donde durante todo el día hubo oraciones y actividades. A las 5:00 de la tarde comenzó la misa principal, seguida por danzas de matachines y presentaciones folclóricas.
"Este santo es intercesor ante Dios por la lluvia, porque él era un sembrador con gran fe", explicó Elsa Leticia Ayala, coordinadora de la capilla.
Los asistentes oraron con esperanza: "Tú, que con tu labor agrícola fuiste capaz de obrar milagros... que la lluvia caiga sobre la tierra sedienta".
Ayala recordó que en años anteriores, la celebración ha coincidido con chubascos: "Hace dos años llovió justo al terminar la fiesta. San Isidro sí nos cumple", aseguró.
Aunque en Monclova ya no hay agricultores como antes, en los ejidos cercanos aún se depende del agua para sembrar y cuidar el ganado, lo que da sentido a esta celebración tradicional.
Monclova cuenta con dos capillas dedicadas a San Isidro, símbolo de una fe viva que resiste los cambios sociales y climáticos. Los creyentes confían en que sus plegarias serán escuchadas y que las lluvias regresarán para aliviar la sequía.
