En el muro que rodea las instalaciones de Altos Hornos de México (AHMSA) se alzan más de 30 cruces blancas. A simple vista parecen parte de la conmemoración del Día de Muertos, pero en realidad representan algo más profundo: la memoria de los obreros que fallecieron sin recibir su liquidación, tras el colapso económico de la empresa que alguna vez fue el motor industrial de esta región. Son símbolos de una deuda que no solo es monetaria, sino moral, con quienes dedicaron su vida a la siderúrgica y se fueron esperando justicia.
Cada cruz lleva el peso de una historia truncada. Son los nombres de hombres que entregaron décadas a la empresa, y que desde el 2021 —año en que se dejaron de pagar finiquitos— comenzaron a formar parte de una lista de espera que nunca terminó. En 2022, con el cierre definitivo de AHMSA, la esperanza de recibir lo que les correspondía por ley se fue apagando. Las cruces fueron colocadas por sus compañeros como un acto de memoria, pero también de protesta silenciosa. Permanecen sobre la barda principal, frente al punto número nueve, visibles para todos los que pasan por el lugar, como un recordatorio de lo que la empresa y las autoridades no han resuelto.
Julian Torres Ávalos, obrero de Altos Hornos, explicó que este homenaje nació del corazón de los trabajadores. "Estas cruces son por los compañeros que se fueron esperando su pago, que murieron con la angustia de no haber recibido lo que con tanto esfuerzo ganaron. Aquí los recordamos, y aquí van a seguir, para que nadie olvide lo que pasó", expresó. Añadió que cada año, durante las fechas de los fieles difuntos, las familias y extrabajadores se reúnen para encender veladoras y colocar flores, manteniendo viva la memoria de quienes ya no están.
Torres Ávalos adelantó que el próximo 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, planean celebrar una misa en honor a sus compañeros fallecidos, como parte de una tradición que combina fe, dolor y esperanza. "Lo haremos con la Virgen, por los que ya se fueron, pero también por nosotros, para que algún día llegue la justicia", comentó. Mientras tanto, las cruces seguirán firmes, clavadas en barda de una empresa en ruinas, como testimonio de una lucha obrera que se niega a morir.