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Coahuila

Carlos Villarreal concreta jubilación de policías en Monclova

Ramiro Gaona Castillo deja atrás su uniforme pero no su vocación de servicio en Monclova.

Por Carolina Salomón - 25 septiembre, 2025 - 08:50 p.m.
Carlos Villarreal concreta jubilación de policías en Monclova

Con 68 años de edad y una vida entera dedicada a servir y proteger, Ramiro Gaona Castillo deja atrás el uniforme, pero no el instinto que lo acompañó por más de cuatro décadas en las calles de Monclova. "Un policía se retira, pero esa labor se queda en el corazón", dice, al ver cumplido un anhelo largamente esperado: su pensión.

Gaona es uno de los seis policías municipales que ayer lograron concretar su retiro, un derecho que por años les fue postergado entre trámites y justificaciones por administraciones pasadas, hasta que con la llegada del nuevo alcalde Carlos Villarreal se hizo realidad su jubilación.

Hoy, Marie Lu, Marco, Pedro y otros dos compañeros se suman a él en este capítulo de cierre, algunos alcanzados por la edad y otros adelantados por la enfermedad.

Su historia comenzó en 1984 como bombero, pero pronto el llamado lo llevó a convertirse en agente de tránsito y policía. "Me gustaba ayudar a la gente, servir y dar un poco de mí en seguridad", recuerda.

Entre sus memorias más intensas está la detención de una peligrosa banda de asalta bancos, cuando ni siquiera contaban con equipo suficiente. "Antes solo llevábamos esposas y gas lacrimógeno, ni armas teníamos, pero aun así dimos todo de nosotros. Ese día nos reconocieron como héroes", relata.

También rememora los momentos en los que la vida pendió de un hilo: al menos tres veces enfrentó armas de fuego o cuchillos en intervenciones de violencia. "El chaleco antibalas fue mi protector, gracias a él estoy aquí. Sin él, no sé qué hubiera pasado", confiesa.

Hoy mira con orgullo a las nuevas generaciones, a quienes aconseja nunca olvidar portar su chaleco: "Ese puede ser la diferencia entre regresar a casa o no".

Aunque se retira del servicio activo, asegura que la vocación no se apaga. "Este trabajo es de riesgo, sales y no sabes si volverás, pero siempre vale la pena cuando sabes que ayudaste a alguien".

Con la pensión en mano y la tranquilidad del deber cumplido, Ramiro Gaona Castillo cierra un ciclo. Sus recuerdos de patrullajes en colonias como Las Flores o Estación Fierro, sus encuentros con pandilleros y los días de inseguridad son ahora parte de una memoria colectiva que da cuenta de lo que significa ser policía en Monclova.

"Hoy me voy en paz, cumplí mi sueño. Lo que fui y lo que hice, me lo llevo conmigo", concluye, con la certeza de que la vocación de servir no se jubila.

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