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Coahuila

Efraín Ramírez crea piñatas artesanales en Melchor Múzquiz

El taller de Efraín Ramírez en Melchor Múzquiz ofrece piñatas de diversos tamaños y diseños.

Por Teresa Muñoz - 24 diciembre, 2025 - 01:26 p.m.
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      MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- En la colonia Fonasol, en la Privada Victoria número 904, se encuentra el taller de Don Efraín Ramírez López, un artesano con más de una década de experiencia en la elaboración de piñatas.

      Junto a su esposa Simona Guadalupe Riojas, ha convertido este oficio en una tradición familiar que va más allá de lo económico, pues asegura que la mayor satisfacción es ver la alegría en los rostros de sus clientes al recibir sus coloridas creaciones.

      Don Efraín comenta que la venta de piñatas sí representa una fuente de ingresos para su familia. Algunas de sus piezas alcanzan los 2.5 metros de altura y pueden costar hasta 1,200 pesos, mientras que las más pequeñas tienen un precio accesible de 100 pesos.

       

      La variedad de diseños y tamaños permite atender tanto pedidos sencillos como encargos más elaborados para fiestas y celebraciones especiales sobre todo en esta temporada decembrina, siendo las figuras de estrellas lo que más compra la ciudadanía.

      La elaboración de cada piñata es un proceso artesanal que requiere entre uno y dos días de trabajo. Los materiales que utilizan incluyen carrizo, cartón, periódico, Resistol blanco, engrudo y papel crepé, elementos que, combinados con creatividad y dedicación, dan vida a figuras que alegran cumpleaños, posadas y todo tipo de eventos.

       

      El origen de esta tradición familiar se remonta a la madre de Simona, la señora Minerva Valdez, quien en vida transmitió sus conocimientos a su hija.

      Simona, a su vez, enseñó a su esposo Efraín quien encontró en este arte no solo una forma de sustento, sino una pasión que ha compartido con sus hijos, asegurando así la continuidad del legado.

      El taller de la familia Ramírez Riojas está abierto todos los días de la semana, en cualquier horario, para quienes deseen adquirir una piñata hecha con esmero y tradición.

      Impacto en la comunidad

      Su historia es un ejemplo de cómo el trabajo artesanal puede unir generaciones y mantener vivas las costumbres populares mexicanas.

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