Un fuerte accidente se registró este lunes en la capital de Coahuila, cuando una unidad de transporte público de la Ruta 2B intentó ganarle el paso al tren y fue embestida violentamente. El incidente dejó un saldo de nueve personas heridas y una intensa movilización de los cuerpos de emergencia en la zona.
¿Cómo ocurrió el accidente?
Los hechos ocurrieron cuando el conductor del camión urbano, identificado como Julio Gerardo Rivera, de 44 años, circulaba por las inmediaciones de los sectores industriales de la ciudad. Según los reportes preliminares, el chofer no detuvo su marcha ante la proximidad de la locomotora, lo que provocó que el tren impactara el costado de la unidad de pasajeros, proyectándola varios metros fuera de las vías.
Testigos en el lugar señalaron que el impacto fue seco y que los pasajeros dentro de la unidad fueron lanzados de sus asientos debido a la fuerza de la colisión.
Acciones de la autoridad
Tras el impacto, los cuerpos de emergencia categorizaron a los heridos según la gravedad de sus lesiones para agilizar su atención:
En estado de cuidado (Código Amarillo): Siete de los pasajeros presentan lesiones de consideración, como posibles fracturas, contusiones severas o heridas que, aunque no ponen en riesgo su vida de forma inmediata, requieren observación constante y estudios especializados.
Lesiones leves (Código Verde): Dos personas fueron reportadas con golpes menores y crisis nerviosas, permaneciendo bajo vigilancia médica preventiva.
Identidad de los afectados: La lista incluye a personas de diversas edades, desde jóvenes en edad laboral hasta adultos mayores, quienes se dirigían a sus destinos diarios:
Adultos mayores: Ema Martínez (63), Juan Alberto Guerrero (59) y Mercedes Rocha (58).
Adultos: Norma Hernández (51), Rosa Delia Muñiz (47), Julio Gerardo Rivera (44 - Chofer).
Jóvenes: Guadalupe Martínez (26), José Alberto González (25) y Omar Charles Herrera (21).
Consecuencias del accidente
El siniestro ocurrió cuando la unidad de la Ruta 2B, con número económico 448, circulaba por la zona industrial. En un intento por ganarle el paso a la locomotora, el chofer, Julio Gerardo Rivera, omitió el alto total y el silbato de advertencia del tren.
El impacto fue inevitable. La mole de acero de Ferromex embistió el costado del camión, arrastrándolo y proyectándolo fuera del camino. El estruendo alertó a trabajadores de empresas cercanas, quienes fueron los primeros en auxiliar a los pasajeros que, debido al choque, salieron disparados de sus asientos o quedaron atrapados entre los restos de la unidad.
Mientras los ocho pasajeros intentan recuperarse de las lesiones físicas y el trauma psicológico, el conductor se encuentra bajo custodia. Las autoridades de tránsito y el Ministerio Público han iniciado las investigaciones, señalando la falta de precaución y el desacato a los señalamientos ferroviarios como la causa directa de la tragedia.
Este evento se suma a la estadística de accidentes de transporte público en la ciudad, dejando una vez más en evidencia el riesgo al que se exponen los ciudadanos ante la imprudencia vial.