La actriz y cantante Maribel Guardia ha conmovido profundamente al público al compartir que, pese al paso del tiempo, sigue sintiendo una fuerte conexión espiritual con su hijo fallecido, Julián Figueroa. Durante un reciente encuentro con la prensa, la artista de 66 años se sinceró sobre el vínculo que aún la une con su primogénito, quien murió en abril de 2023.
"Todo el tiempo tengo una gran comunicación con mi hijo, es increíble cómo se manifiesta de muchas maneras, créanmelo, es impresionante", declaró Maribel ante los medios.
Julián, fruto de la relación entre Guardia y el fallecido cantante Joan Sebastian, murió de manera repentina a los 27 años, víctima de un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular. Su inesperada partida sacudió al mundo del espectáculo y dejó a su madre enfrentando un duro proceso de duelo, que aún continúa.
La actriz también recordó el momento más doloroso de su vida: el día que encontró a su hijo sin vida.
"Julián, cuando murió, estaba con sus ojitos cerrados, en paz, con la piernita cruzada y no olía mal", relató con profunda tristeza.
Pese al tiempo transcurrido, Maribel ha encontrado consuelo en lo que considera una forma distinta de mantener vivo el amor por su hijo. Esta conexión, asegura, la ha ayudado a mantenerse de pie ante el dolor y las complicaciones que ha enfrentado desde entonces.
Entre esas complicaciones destaca la disputa con su nuera, Imelda Tuñón, madre de su nieto José Julián, por temas de custodia y convivencia. Aunque Maribel ha recibido el cariño de muchos de sus seguidores, también ha sido objeto de críticas por su postura en este conflicto familiar.
A esto se suman los rumores en torno a su relación con su esposo, el abogado Marco Chacón. Aunque él ha negado cualquier infidelidad, en redes sociales han circulado mensajes que alimentan las especulaciones y polémicas que rodean a la actriz.
A pesar de todo, Maribel Guardia continúa mostrando fortaleza, aferrada al amor por su hijo y a una conexión espiritual que, según dice, sigue dándole señales de que no está sola.
