LOS ÁNGELES – La irrupción de Tilly Norwood, una actriz completamente generada por Inteligencia Artificial (IA), ha desatado una nueva controversia en Hollywood. Tras la confirmación de su creadora, Eline Van der Verdel, de que la actriz virtual ya está recibiendo ofertas de trabajo, el Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) emitió un comunicado condenando la práctica.
El sindicato fue contundente en su mensaje, desmintiendo que Tilly Norwood sea una actriz real y señalando que es un "personaje generado por un programa informático que se entrenó con el trabajo de innumerables artistas profesionales, sin permiso ni compensación alguna". SAG-AFTRA advirtió que el uso de esta tecnología no resuelve problemas, sino que "crea el problema de usar actuaciones robadas para dejar sin trabajo a los actores".
¿Reemplazo o herramienta? El debate que divide a la industria
La creadora de Tilly Norwood, Eline Van der Verdel, defendió a su personaje, asegurando que no lo ve como un reemplazo, sino como una herramienta que busca ser "la próxima Natalie Portman o Scarlett Johansson". Van der Verdel sostuvo que "nada podrá quitarnos la artesanía y la alegría del desempeño humano", sugiriendo que la IA puede coexistir con el talento real.
No obstante, figuras de renombre en la industria han alzado la voz en contra de la actriz virtual. Celebridades como Emily Blunt, Melissa Barrera, Mara Wilson y Whoopi Goldberg han expresado su rechazo. Goldberg fue una de las más enérgicas, desafiando a la IA con un contundente: "¡Tráiganla! Siempre se pueden distinguir los actores reales".
El debate sobre el uso de la Inteligencia Artificial en Hollywood se intensifica, especialmente porque la industria busca desarrollar herramientas que reduzcan los costos de producción. La figura de Tilly Norwood se ha convertido en el símbolo de la amenaza que perciben los actores ante la posibilidad de que sus actuaciones y sus rostros sean replicados y utilizados sin su consentimiento o compensación, un punto central en las recientes huelgas y negociaciones contractuales.