El Gobierno de Estados Unidos ha comenzado la construcción de un nuevo muro fronterizo secundario con México, específicamente entre el desierto de Santa Teresa, en Nuevo México, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
De acuerdo con el medio Border Report, se levantarán 9.6 kilómetros de muro compuesto por estructuras de acero de aproximadamente nueve metros de altura, en una zona conocida por su alta actividad de contrabando y rescate de migrantes que a menudo no sobreviven a las extremas condiciones del desierto.
Esta nueva barrera complementará una malla de acero preexistente de unos 5.5 metros de altura, la cual muestra evidentes daños tras años de ataques por parte de contrabandistas y grupos del crimen organizado.
Además, el Gobierno estadounidense ha desplegado miles de tropas en la frontera con México y ha transferido al Departamento de Defensa el control de cientos de kilómetros de terrenos federales en esa región, como parte de su estrategia para reforzar la seguridad fronteriza.
