El gobierno de Nayib Bukele en El Salvador ha ordenado la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en todas las escuelas del país, así como en oficinas del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. La medida fue oficializada mediante un decreto emitido el 2 de octubre y ha generado diversas reacciones tanto dentro como fuera del país.
La responsable del anuncio fue Karla Trigueros, titular de Educación y con formación militar, quien compartió el comunicado en el que se justifica la medida bajo el argumento de consolidar una “comunicación institucional clara, uniforme y respetuosa”.
La nueva disposición prohíbe expresamente el uso de términos como “niñe” o “compañere”, así como recursos como la arroba o la “x” para evitar el uso de género en palabras como “alumn@s” o “maestrxs”. Aunque el lenguaje inclusivo nunca había sido obligatorio en instituciones públicas, su uso ahora queda expresamente vetado.
Este movimiento se enmarca en una serie de decisiones del gobierno de Bukele que han sido comparadas con políticas conservadoras similares en otros países, particularmente con posturas adoptadas por figuras como Donald Trump en Estados Unidos. El presidente salvadoreño ha manifestado en repetidas ocasiones su rechazo a lo que llama la “agenda de género”.
Además, la política educativa en El Salvador ha adoptado un perfil más rígido en los últimos meses. Recientemente, la misma funcionaria de Educación ordenó el saludo militar obligatorio al ingreso de las escuelas y normas sobre el corte de cabello de los estudiantes.
Estas acciones perfilan un modelo educativo con una visión disciplinaria estricta, que continúa marcando el rumbo del actual gobierno salvadoreño en temas culturales y sociales.